En este blog intentare hablar de un poco de todo, como manualidades, trucos en todos los aspectos, ya que hay muchos, de cocina, de tecnología, etc...

30/4/13

Los agitados sueños de un niño de once años


Quien no le han contado alguna leyenda o sabe alguna leyenda por que la ha leído en algún lado, a mi es una de las cosas que más me gusta las leyenda, desde que en el colegio nos contaron una leyenda, y nos explicaron que la leyenda es mitad de verdad y mitad fantasía, quien no conoce la leyenda de la Hello Kitty?

Los agitados sueños de un niño de once años.

Esta leyenda trata de un niño de once años del siglo XIX, que tenia agitaciones mientras dormía, y hacia sufrir a su seres queridos, os voy a contar la historia.

En un pueblo pequeño brasileño de Val Di Susa donde vive el protagonista, llamado Flavio, un niño de once años. Se trata de un niño alegre como todos los niños de su edad. No tiene una imaginación desbordada; simplemente se limita a jugar al fútbol entre las favelas del barrio pobre de donde reside. Pero un día el anonimato de los extraños sucesos que comienzan a sucederle. Una noche, Flavio se agita demasiado en su cama presa de una pesadilla, su abuela, preocupada por los constantes y angustiosos estremecimientos, lloriqueos y los sudores de su nieto, a pesar de su avanzada edad, decide incorporarse para ver qué le sucede, cuando cruza el umbral de su habitación y se adentra en la de Flavio no puede creer lo que está viendo, todos los muebles y enseres de la casa se mueven a ritmo acompañado desafiando la leyes de la estabilidad y de la inercia. Todo el mundo estaba asustado, nadie había visto nada igual.

Las mantas de la cama, como si de una energía invisible se tratara, se elevaron y se estamparon contra el techo, donde se quedaron flotando. La abuela de Flavio, cada vez que intentaba acercarse al muchacho, era despedida contra la pared de en frete, luego le toco el turno a la mantelería, a la vajilla y a los restos de comida que habían dejado de la cena.
La mente de la anciana intentaba trabajar con rapidez para encontrar una explicación lógica a lo que estaba sucediendo, del jergón de la cama no paraban de salir hilos de paja que se juntaban en el aire junto a fideos y restos de ensalada.
Mientras tanto, Flavio seguía debatiéndose en una extraña lucha consigo mismo. Todo levitaba en la habitación menos él y su abuela y, pronuncio unas extrañas palabras acompañadas por una advertencia destinada a su abuela “Nunca más volverá a dormir”. Y dicho y hecho.  Todo, de repente, cayó al suelo y el niño siguió durmiendo plácidamente, como si nada de lo sucedido y su abuela no se atrevió a preguntarle. Además, decidió no contralo a sus vecinos por temor a que pensaran que había perdido la cabeza. En definitiva, transcurrió la jornada como si no hubiera sucedido nada anormal.

Pero llego la noche, y ella el temor a que volviera a suceder hechos tan extraños como la anterior. Flavio se quedo dormido enseguida, por lo que su abuela decidió echarse en su jergón. Fue a pagar la luz de su candil pero no pudo, cada vez que su soplo impactaba contra la llama, está lejos de apagarse, lo que hacía era aumentar su fuego. Cuando comprendió que podía incendiar la casa si seguía con su actitud, dejo de soplar, pero no pudo conciliar el sueño.

De repente, ante su sorpresa la vela rodó por el suelo, se abrió la puerta ante el embite de una imprevista ráfaga de viento y el candil echo a rodar y tomo camino del campo; se adentro entre cultivos al mismo ritmo acompasado que siguieron los objetos de la casa la noche anterior y sin incendiar nada de lo que encontrara a su paso. El espanto ante tal visión hizo que la abuela no pudiera pegar ojo durante toda la noche, y que se cumplirán así las proféticas palabras emitidas en sueños por su propio nieto.

A la mañana siguiente cuando su nieto acudió a la escuela, la abuela decidió ir en busca de una médium para que intentara desentrañar el misterio. Como es lógico, estos hechos no pudieron mantenerse ocultos para la población durante mucho tiempo. En Val di Susa comenzó a correr el rumor de que la casa de hallaba poseída por los espíritus demoníacos  Con sus escasas pertenencias, los campesinos comenzaron a abandonar Val di Susa al tiempo que afloraban médiums procedentes de todo el país. Pero daba igual, la profecía que los labios de Flavio habían pronunciado se estaba cumpliendo al pie de la letra. La abuela llevaba seis días sin dormir y su frágil constitución comenzó a sufrir los efectos de la fatiga y la falta de sueño, y no solo eso se trataba de esos, pues a partir de aquel entonces también su mente comenzó a trastornarse seriamente. Se alejo del pueblo en un intento de escapar de la maldición y dejo al muchacho cal cuidado de un matrimonio que aun se mantenía en el pueblo. Pero a partir de aquel momento ya nunca pudo conciliar el sueño. Su vida se le escapaba sin remisión.

Los médicos no encontraban explicación al insomnio pertinaz de la anciana y la única componenda que podían esgrimir es sus diagnósticos era que se trataba de un “desajuste en la capacidad del hemisferio derecho que afectaba la función del sueño”. El caso es que cada vez iba a peor y nadie podía hacer nada por remediar lo que ya parecía irremediable.

Se atiborro a pastillas, plantas medicinales, tranquilizantes, pero nada tuvo efectos positivos. Todas las noches la anciana veía desfilar el candelabro por delante de su habitación, bailando al ritmo de samba, y desaparecer entre las carcajadas de una voz familiar. Días tras días, mientras su salud se deterioraba de forma irreversible iba comprendiendo lo que le estaba sucediendo, aunque no pudiera salirse más que un hilo de voz que apenas lograban escuchar los médicos. Una noche, la ultima que vivió en este mundo, la abuela comprendió las palabras proféticas pero malditas que había pronunciado su nieto Flavio treinta y dos noches atrás. Recordó, como si de un extraño resorte se tratara, que siete años atrás, cuando vivían los padres de Flavio y ella vivía en la casa colindante a la de ellos, oyó o creyó oír los gritos angustiosos de su hijo y de su nuera. Ese mismo día habían tenido una fuerte discusión acerca de la educación que le estaban dando a Flavio que, por aquel entonces contaba con tal solo cuatro años de edad.

Los gritos eran claros, pero ella decidió no acudir a ver qué pasaba pensando que se trataba de una más de las acaloradas discusiones que salía mantener el matrimonio. Pero esta vez la abuela se había equivocado. La llama de un candil mal apagado había rodado dormían. Sus padres murieron abrasados en el incendio y solo Flavio pudo ser rescatado de aquel infierno gracias a un campesino, que arriesgo su vida para salvarle, Flavio sólo se quemo una mano. Un momento antes de que se apagaba su vida, la abuela de Flavio tuvo un instante de lucidez, justo para intentar apagar la luz del candil que alumbrada la habitación del sencillo hospital donde se hallada. Un pequeño hábito salió de su boca, rozo la llama y esta se apago al mismo tiempo que su vida se extinguía. Por fin se había quedado dormida, aunque para siempre.

Dicen las gentes de Val di Susa que una extraña coincidencia se produjo en el mismo momento en que moría la abuela de Flavio.

El chaval, justo cuando su abuela moría, volvió a tener convulsiones, pero de repente, dejo de agitarse y pronuncio unas palabras que dejo helados a quienes se hallaban junto a él: “por fin has apagado la vela que abrasó a mis padres, la misma que va hacer que te quemes en el infierno”; y los dos candiles de la habitación alcanzaron prácticamente el techo y se volvieron a pagar. Nunca más Flavio volvió a tener pesadillas aunque él nunca se dio cuenta de lo que ocurría mientras dormía.

Cuando leí esta historia del libro "Las mas alucinantes historias de fantasmas y del mas allá",  me impacto y aun sigue impactandome, cada vez que lo leo o lo recuerdo, espero que el que lo lea o ha sabido de esta leyenda seguro que le pondrá los pelos de punta como a mi.

(Las fotos sacadas de internet)

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