En este blog intentare hablar de un poco de todo, como manualidades, trucos en todos los aspectos, ya que hay muchos, de cocina, de tecnología, etc...

14/7/18

Moro


Hay muchas leyendas, en todo el mundo, están las japonesas, las Americanas, las Mexicana, y como no las españolas, en cada rincón del mundo ahí una leyenda.

Aunque ahí que decir que España esta llena de leyendas, especialmente en el sur de España, por ejemplo Córdoba, hoy vamos hablar de Moro, Moro es un perro era de Fernán Núñez, Córdoba, se le conocía como el perro de los entierros.

Toda la gente que tenga animales de compañía, saben perfectamente en que parecen contar con un sexto sentido, en numerosas ocasiones, perros, gatos y otras mascotas prevén el regreso de sus amos varios minutos antes de que se produzca, y no pocos de ellos se han hecho celebres por esta extraña conexión con sus dueños que parece trascender lo físico.

En el municipio de Fernán Núñez, en la provincia de Córdoba, fue testigo de una de las historias mas singulares, su protagonista se llamaba Moro, un perro callejero de aspecto esquelético y negro, que nadie sabe muy bien como llego al pueblo, según cuentan, lo dejaron abanandodo en un bar de la carretera unos camioneros que pasaban por allí, otros dicen que lo vieron por primera vez debajo de un olivo, junto al cadáver de un vagabundo que bien pudiera haber sido su dueño.

Lo cierto es que Moro llego a Fernán Núñez allá por la década de los setenta, desde el primer momento destaco en el una característica singular, parecía conocer el destino de aquellas personas que iban a fallecer, cuando la muerte estaba próximo para alguno de los habitantes de la villa, Moro se acercaba a su puerta y permanecía allí, luego asistía invariablemente a su entierro, acompañando como uno mas, a los dolientes del difunto.

Su percepción sobre los hechos luctuosos llegaban a tal extremo que cuando trasladaban a algun fallecido al pueblo, procedente de otro lugar, esperaba al coche fúnebre a la entrada del casco urbano, luego iba hasta el domicilio donde se hacia el velatorio y finalmente acompañaba a la comitiva hasta el cementerio.

Han querido explicar esta conducta tratando de decir que le atraían las manifestaciones en las que participaba mucha gente, pues en ellas podría obtener caricias y comida, sin embargo, nunca asistió a bautizos ni bodas o cualquier acto colectivo que con estas mismas características se celebraban en el pueblo.

Recorría las calles bajo la mirada atenta de sus habitantes, algunos le temían por creerlo mensajero de la muerte, otros le facilitaban comida y atenciones, agradecidos por haberles acompañado en los difíciles momentos de la perdida de un ser querido, parece ser que fue una de las mujeres del pueblo, llamada Carmela, quien le puso el nombre, también fue la que asistió en sus últimos momentos.

Moro murió en el 1983 como consecuencia de una brutal paliza que le propinaron unos desalmados incruentos, alguien anuncio a Carmen que había un perro aullando en el llano de las fuentes, como si estuviera agonizando, cuando llego, al animal apenas le quedaba aliento de vida.

Ella le dio agua, refresco su cuerpo y lo abrazo, después de cruzar sus miradas, Moro falleció, varios hombres cavaron una fosa junto a unos paredones, en el lugar llamado las Huertas Perdidas, transcurrido algún tiempo esos muros se derrumbaron inexplicablemente sobre la tumba del animal, como queriendo constituirse en mausoleo de tan singular criatura.

Moro según Carmen tenia algo que era sobrenatural.

Hasta sus últimos días, se contabilizaron unos 600 casos en los que Moro predijo la muerte, y realizo el mismo ritual de avisar y acompañar hasta sus últimos momentos al difunto en su sepelio.

Doce años después de ser salvajemente apaleado hasta su muerte, fue inaugurado en Fernán Núñez un monumento en el Parque de las fuentes, una escultura donde le nombran el perro de los entierros, en ella se refleja la tristeza y paz de este animal, que se gano el cariño y temor de la gente.



Fotos Sacadas de Internet.

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