Vitamina D y los beneficios de los rayos del sol

¿Cuándo vamos a tomar el sol?

Siempre es en verano, nunca lo hacemos en invierno, que es compresible por el frio que hace en invierno y que no apetece, yo no me refiero a ponernos morenos, ya que hay que recordar que tomar el sol sin protección es lo peor que se puede hacer, y el riesgo que hay en coger cáncer de piel.

Me refiero a que cada día ya sea verano o invierno es bueno tomar unos 10 a 15 minutos el sol, dos o tres veces por semana, ¿Por qué?, por la razón es aunque no lo creamos es muy bueno para nuestros hueso, nuestra piel ya que los rayos del son nos ayuda a reproducir en nuestra piel, la vitamina D, que nos hace falta, también es bueno para favorecer la absorción del calcio, el fósforo y evitar su perdida en el riñón.

Otra ventaja de tomar el sol, es que nos va bien para la acné, aparte de la ayuda de los productos necesarios, para ayudar a reducir la acné, otra de la enfermedad de la piel a la que le va muy bien el sol es la psoriasis.

A parte está comprobado que la gente que toma el sol, aunque sea mentira pero se elimina grasa del cuerpo, aunque no la aprovechamos correctamente los rayos del sol, es cierto que también disminuye la presión sanguínea, favorece las horas de sueño, nos levantamos descansados.

Como veis los rayos de sol son muy buenos para todo el cuerpo y el descanso, así que sepáis que los rallos del sol, tanto en verano e invierno es bueno tomar el sol, y aunque ahora en invierno haga frio, pero pasear en las horas de sol y tomarlo en esos momentos ya nos va bien.

Hay dos maneras de esta vitamina; la vitamina D2, también llamada ergocalciferol, se deriva del colesterol en la dieta, de fuentes vegetales, mientras la vitamina D3 o colecalciferol se deriva del colesterol vía 7 dehidrocolesterol, de fuentes animal.

Los rayos ultravioleta de la luz del sol, son responsables de la producción de una gran cantidad de la vitamina D3 en el cuerpo, el color de la epidermis dado por la melanina presente en los melanocitos es una forma de protección que filtra los excesos de radiación UV particularmente intensa en las zonas intertropicales, en donde por depresión evolutiva hay un predominio natural de pigmentación oscuras de la piel, sin embargo en las zonas comprendidas entre los trópicos y los círculos polares la radiación UV del sol al ser más baja ha significado una presión evolutiva como para que surgieran grupos poblacionales, con piel e incluso ojos y cabellos claros.

Las vitaminas D2 y D3 se encuentran de forma natural en algunos alimentos, aunque siempre apartando cantidades limitadas, siendo mucho mayor el aporte por la piel al exponerse a rayos ultravioleta UVB.

¿Cuánta vitamina D necesitamos?

Por encima de 150 ng/ml es toxica.

30 a 60 ng/ml es óptima.

20 a 29 ng/ml es suficiente.

9 a 19 ng/ml es suficiente, la carencia causa raquitismo, mayor riesgo de cáncer y fallos en las respuestas antimicrobianas, como ng/ml de calcidiol en la sangre.

En el año 2007 se descubrió que la vitamina D parece cumplir también funciones antienvejecimiento, las personas con niveles elevados de esta vitamina poseen telómeros más largos que las personas con menor cantidad de la misma edad, la longitud de los telómeros se asocia al estado de envejecimiento real, cuanto más largo se mantienen los telómeros más joven biológicamente se mantiene el organismo, de modo que se sugiere consumir una dieta con dosis suficiente de vitamina D, en cuanto a la exposición al sol, que es cierto que produce más síntesis de vitamina D, los perjuicios que ocasiona no son compensados por sus beneficios.

Así que ya sabéis que tomar el sol con moderación es bueno para nuestro cuerpo, así que os animo a que ahora en este tiempo nos dé algo de sol para que cojamos esas vitaminas D que necesitamos cada día, y que sepáis que cuando estamos de caídos, con depresión, etc…, tomar el sol nos sienta muy bien y produce más serotonina, que nos hace sentir bien especialmente en otoño e invierno, que es cuando menos sol vemos.

Fotos sacadas de Internet.