Hay historias de tumbas que hielan la sangre, aunque nunca
se sabe si son ciertas o no.
Me acuerdo cuando éramos mis hermanos y yo pequeña mi padre nos contaba leyendas que habían pasado en su pueblo, en Jaén, Bailen.
A veces nos decía que teníamos una mala costumbre de pegar
patadas a todo lo que pillamos y no es muy bueno, ya que no sabemos lo que
podemos encontrar, y por eso nos contó esta historia.
El novio muerto
Según cuentan la leyenda en Jaén, (los nombres serán inventados), Juan y Marta
dos muchachos de la misma ciudad estaban paseando y hablando de su boda y los
detalles que les quedaban ya que dentro de dos meses se casaban.
Se miraron y no sabían como habían llegado a las puertas del
cementerio, estaban tan distraídos en su conversación que no se dieron cuenta
que estaban en esa zona, sin darle más importancia seguirán su camino y Juan como
tenia costumbre de pegar patadas a cualquier cosa, sin pensarlo pego una patada
a un hueso pensando que podría ser de algún animal, repitió la acción y volvió a
remeter la patada al hueso.
De repente Juan escucho una voz que le dijo, ¿por qué pegas
patadas a ese hueso, te ha hecho algo, para pegarle patadas?, sin pensarlo Juan
dijo que no le había hecho nada, que pensaba que era un hueso de animal y pego
las patadas, la persona que le hablo a Juan, le dijo ¿y como animal si fuera el
hueso no tiene derecho a descansar?, Juan le indico sus disculpas y que jamás volvería
a pegar ninguna pata a nada.
Juan pregunto al desconocido cual era su nombre, este le
indico que se llamaba Alberto, y Juan le dijo que dentro de dos meses se casaba
y que estaba invitado a su boda, Alberto le dijo que gracias por la invitación y
que allí estaría.
Marta se percato de que Juan no estaba a su lado y al
girarse se dio cuenta que no estaba a su lado y que estaba más atrás hablando
solo, llego a pensar que era los nervios de la boda y no le dio importancia.
Desde ese día Juan no podía dormir bien y tenía unas
terribles pesadillas, se despertaba desolado y soñaba con el día en que se encontró
con Alberto, que sabía muy bien que Alberto vendría a por él.
Paso los dos meses y llego el día de la Boda de Juan y
Marta, y cuando estaban en el cortijo de Juan con la celebración de la boda, sonó
la campana de la puerta, fueron abrir la puerta pero no había nadie, así que
cerraron la puerta, al cabo de un rato volvieron a tocar otra vez la puerta
pero sin ver a nadie, en esto que se acerca Juan y ve que en la puerta estaba
esperando Alberto a ser invitado a entrar.
Alberto se sentó al lado de Juan, y disfruto de la despedida
de Juan, ya que nunca más nadie lo vería mas vivo.
Cuando termino el banquete todos se despidieron de los
novios y deseándoles lo mejor, menos Alberto que le indico a Juan que pronto se
volverían a ver.
Al día siguiente cuando se despertó Marta, preparo el
desayuno para darle una sorpresa a Juan, pero la sorpresa se la llevo Marta, se
acerco a él con cariño y descubrió que no respiraba, que había muerto en
extrañas circunstancia, Marta se caso muy ilusiona y en menos de 24 horas ya
era viuda, no se lo podía creer.
Juan se reunión con Alberto; desde ese día Juan es el que no
deja que nadie pegue ninguna patada a ningún hueso, porque todo el mundo y
animal tienen que tener el mismo descanso.
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