Quien no ha oído hablar de Drácula, es quizás el personaje de Rumanía y de casi todo el mundo, tanto en la literatura como en el cine se han echo en eco de su leyenda para convertirlo en un vampiro, pero Drácula se llamaba Vlad Tepes, y las amenazas eran sus armas eran sus armas mas efectivas, y el empalamiento su instrumento.
La invasión turca, al inicio del siglo XV, trajo la destrucción generalizada de lo que hoy conocemos como Rumanía, quemando campos y villas, provocando la muerte de una gran parte de la población, pero los turcos no solo trajeron muerte en forma de guerra, sino también enfermedades como la sífilis, la tuberculosis, la lepra y la viruela, estos hechos generaron en los pobladores del país un estado de superstición, creyendo firmamente en el poder del mal, el cual tenia que ser combatido con la consulta de oráculos y adivinadores, este es clima que forma la cuna cultural del joven Vlad Tepes, apodado por la historia el emperador.
Para el joven Drácula, la vida en la corte de su padre fue toda una experiencia, al llegar a la edad elegida para ser aprendiz de caballero, aprendió natación, esgrima, lucha, tiro con arco, etiqueta de la corte y los mas refinados aspectos de la equitación, también, le enseñaron ciencias políticas, cuyos principios fueron esencialmente sobre maquiavelismo, con tal de inculcar al joven que era mucho mejor para un príncipe ser temido que ser amado.
Esta forma de pensar debió haber moldeado fuertemente la personalidad de joven Drácula, la tradición local cuenta que sentía una gran fascinación por la ejecución de criminales en la horca desde temprana edad.
En 1437 murió Segismundo, el rey de Luxemburgo, patrón y protector de la familia Drácula, dejando a Valaquia expuesta a los crecientes asaltos y posesiones de los turcos, Valaquia era el territorio vecino de Transilvania, que había pertenecido anteriormente a la familia Drácula, en un momento, el bisabuelo de este, Mircea el grande, se lo cedió a Segismundo, con tal de que este le ayudara en la lucha con los turcos, pero la relación con el protagonista de este texto no se queda ahí, y es que Segismundo adopto al padre de Drácula para instruirle en la orden del Dragón.
Con la muerte de Segismundo, los turcos aprovecharon para entrar en Valaquia, y con la de su padre, el joven Drácula fue hecho prisionero de los turcos, y sirvió como oficial en el ejercito, durante este tiempo tuvo la oportunidad de aprender todos los métodos de tortura empleados por las fuerzas turcas sobre los prisioneros de guerra, entre estos métodos se encontraba el empalamiento, su especialidad.
A pesar de todo el aprendizaje y experiencia de Drácula acumulo en la armadura turca, seguía siendo prisionero del Sultán y deseaba apoderarse del trono de Valaquia, decidió entonces huir de la corte del sultán turco y encontró refugio en Moldavia, estado vecino de Valaquia, allí armo un ejercito y finalmente se convirtió en el príncipe de Valaquia en 1456, Drácula estableció su residencia principal en Tirgoviste, que fue no solo su asiento de poder, sino también el centro de la vida social y cultural de la nación.
En esta época, en Valaquia, los nobles mantenían un poder superior al del regidor, y les interesaba elegir el príncipe mas débil, que no quisiera intervenir en las decisiones del consejo, Drácula cambio esta situación y derroco el poder de los nobles en favor de un poder centralizado que él encabezo con puño de hierro, también busco la venganza personal al enterarse de que los nobles lo habían matado a uno de sus hermanos de forma cruel, enterrándolo vivo.
Drácula, al enterarse de esto busco venganza que empezaría a darle el seudónimo de el empalador, para saber la verdad, busco a su hermano en la tumba, donde lo encontró, asi que el día de Pascua de 1459, mientras todos los ciudadanos festejaban y bailaban, el lo rodeo y los condujo con sus esposas e hijos, tal como estaban vestidos para la Pascua, a poenari, asiento del famoso castillo de Drácula, donde trabajaron sin descanso hasta que sus ropas se rompieron y quedaron desnudos.
La tradición popular mantienen que Drácula primero mando a empaladar a los niños y a las esposas en el patio de su palacio, mientras que los nobles fueron encadenados y conducidos a un lugar conocido como el nacimiento del rió, les ordeno reconstruir un antiguo castillo que estaba en ruinas, antes había dado ordenes a las villas vecinas para que construyeran hornos de ladrillo y hornos de cal.
Los nobles, bajo la constante amenaza del látigo de los guardias de Drácula, formaron una cadena desde las villas donde los ladrillos eran manufacturados, hasta las paredes del castillo que laboriosamente reconstruyeron, A Vlad nunca le tembló el pulso para dictaminar sentencias a cualquier persona, por muy cercana que fuera, la lealtad era la palabra clave que todo subordinado debía tener en el curriculum de Vlad, cuenta Catalina Stoica, una exguía de la ruta de castillos de Transilvania.
Se dice que Drácula torturaba a quienes intentaban interponerse en su camino, o incluso opinar de forma diferente a él, otra historia que conforma parte de la leyenda es la de una delegación diplomática italiana que había llegado a Valaquia desde Génova, al llegar ante Drácula, el grupo de italianos se quitó el sombrero, llevando cada uno un casquete que no se quitaron, a lo que Drácula preguntó por qué no lo hicieron, la respuesta de la delegación italiana fue que se trataba de una tradición propia del país, algo que no dejarían de hacer delante de cualquiera, el tirano, mandó a sus sirvientes clavarles con clavos enormes dichos casquetes, diciendo mientras lo hacían, créanme, esta es la forma en la que fortaleceré su costumbre.
Vlad Tepes murió durante una batalla contra la invasión de los turcos en diciembre de 1476, las circunstancias de su muerte no son del todo claras, y existen por lo menos tres versiones relacionadas a dicho evento, una versión asegura que murió durante la batalla por infieles boyardos, otra versión señala que fue por sus guardaespaldas.
Finalmente, la versión más difundida es la que señala que durante la batalla, antes de ser capturado por los turcos, logró escapar de sus enemigos, se colocó el ropaje de un soldado turco caído y huyó con dirección a sus hombres, quienes al verlo lo confundieron con el enemigo, matándolo al instante, decapitándolo y dejando su cuerpo yaciendo en el campo, el único detalle del que se tiene certeza es que los turcos consiguieron una reposición de la cabeza de Drácula para llevarla a Constantinopla y exhibirla empalada en una estaca.
Los restos de uno de los personajes más famosos de la historia rumana fueron enterrados en el monasterio de Snagov, donde actualmente hay una tumba con su nombre, en su interior sólo se encontraron restos animales, pero según el documental ‘Bloodlines, Dracula's family tree’, posiblemente fueran los griegos, que unos años más tarde se hicieron con ese templo, quienes no querían tener el cuerpo de una persona tan tirana en el lugar más sagrado del templo, en el año 1932 se realizaron excavaciones en busca de los restos, y fueron encontrados a escasos metros de su tumba inicial, sin la cabeza y con sus vestimentas habituales, dichos restos se perdieron durante la década de 1940.
Actualmente, de Drácula se habla más como vampiro que como el tirano empalador que fue en su momento, fue Bram Stocker, en su obra Drácula de 1897, quién posicionó al personaje como vampiro más que como tirano, y es así como, hoy en día, cualquier turista que pase por Transilvania, y principalmente por delante del Castillo de Bran, lo considera, hasta que no hice el tour por Transilvania, no tenía ni idea de que en realidad Drácula era Vlad Tepes y que era un empalador”, dice Pierre Fontaine, una turista francesa.
Los historiadores hablan de que en ese castillo, Drácula sólo pasó por sus campañas militares, y es conocido actualmente como tal, porque la reina rumana Marie, que residió ahí en 1920, restauró el interior como residencia de caza, y le puso el nombre de “Castillo Drácula” porque era fan de Stoker. Hollywood y derivados han hecho que la región de Transilvania y la figura de Drácula sume mucho interés turístico en los últimos 20 años, explica Catalina Stoica.
Hoy en día, la zona de Transilvania cuenta con muchas leyendas sobre vampiros, brujas o rituales satánicos, pero es Drácula el protagonista principal para todos los turistas que visitan Rumanía y que descubren la parte más sanguinaria de este noble rumano de hace cinco siglos.
Fotos sacad de Internet.
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