Desde hace siglos se le atribuyen a los espejos
características del mas allá de solo reflejar
cosas, pues se dice que estos son puertas a otro mundo o que son capaces
de atrapar espíritus dentro, y no olvidemos mencionar esa supuesta maldición de
siete años que se contrae al romper uno de ellos.
Sabemos también de historia que cuenta de un mundo paralelo subsistiendo al otro lado del espejo, cuyos habitantes no son más que espíritus malignos esperando el momento preciso para cruzar a nuestro plano existencia y tomar nuestro lugar.
Así nace esta leyenda de terror que tiene como protagonistas
a dos pequeños niños, un par de hermanos que junto a su padre, realizaban las
labores de mudanza en su nueva casa, mientras ellos iban de aquí para allá,
colocando las cosas donde su madre decía, pasaban en repetidas ocasiones por la
escalera, ya adornada con cientos de espejos que su madre coleccionaba.
Uno de los niños, se dio cuenta que los espejos vibraban,
pero el otro insistía que era por sus pesados pasos al correr por las escaleras
y continuaban con sus tareas, pero en la noche, cuando ya no se encontraba en
silencio, el niño percibió un sonido bastante incomodo retumbado en sus oídos.
Fue hasta la escalera, donde los espejos se inquietaron ante
su presencia, despegándose de la pared, cayendo encima de él, de todos ellos salían
manos, afiladas garras que sujetaban con al niño, para acercarlo a los
cristales y pasarlo a traces de ellos.
Fueron tan solo unos segundos los que bastaron para que una
de las criaturas sacara el alma del cuerpo del niño pequeño, llevándola al otro
lado del espejo, para venir desde aquel oscuro mundo a ocupar aquel envase
vació, y hacerse pasar por él.
El resto de los espejos regresaron a su lugar, reconociendo
su derrota, pero se notaban aquellos terribles ojos del otro lado, llenos de
rencor y envidia, desde ese día, la actitud del pequeño no era más que
destinada para hacer el mal de una manera u otra forma, hasta que acabo con
toda la familia, tirándolos por las escaleras.
La casa sigue ahí, en pie, luciendo muy bonita, pero no hay
manera de que alguien la ocupe por más de un día, pues este horrible demonio
disfrazado de niño aparece para asesinar a sus habitantes, han intentado
bendecir el edificio, exorcizarlo, sin ningún éxito, incluso llevarse de ahí el
espejo porque una vieja bruja dijo que a esto está vinculado el espectro, pero
ha resultado imposible, ya que parece sujetado a la pared por una fuerza muy
extraña.
El espejo maldito quiere permanecer ahí, hasta que las generaciones
olviden lo sucedido, para que el demonio pueda atormentar a los nuevos
inquilinos, que tarde o temprano llegaran…
Fotos sacadas de Internet.
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