Los que me conocen saben que me apasiona la lectura y escribir, y tengo que decir que he vuelto a retomar el proyecto que tengo a medias y este libro no es nada erótico, jajaja, pero si de miedo psicológico, que este si que me gustaría algún día publicarlo, pero bueno lo que he mando les ha gustado y eso anima a cualquiera.
Esto es la historia de una chica que quiere
cambiar su vida.
Hace tiempo que está pensando en ir a una agencia para conocer algún hombre y tener una cita, pero le da un poco de cosa por la razón que hay que hacerse un vídeo para hacerse de conocer, al final decide que al día siguiente en tal que se levantara lo realizaría.
Se despierta y empieza a preparar la cámara y el sitio donde quiere grabar, y empieza: hola mi nombre es Mónica Navarro, tengo 24 años, soy de Canarias, y lo que me gustaría conocer es algún chico para poder salir y compartir cosas, que sea cariñoso, mientras va hablando sobre ella mira a la cámara y se ve ella misma reflejada y le gusta lo que ve y decide levantarse de la silla donde esta sentada, retira la silla y empieza a mover las caderas de un lado a otro y sexualmente empieza a desabrocharse el albornoz y empieza a quitárselo lentamente enseñando los hombros, va bajándose el albornoz lentamente hasta llegar al suelo y deja al descubierto su picardías negro y ajustado marcando todas sus curvas.
Mónica sigue moviéndose cada vez más animada y se gira dando la espalda a la cámara y empieza a tocarse las nalgas muy enérgicamente y sin dejar de moverse, vuelve a girarse y sin darse cuenta que está al contra luz y él picardías se aclara todo su cuerpo que estaba cubierto con él picardías que solo le quedaba puesto y sin ropa interior.
Mónica sigue con su baile y hablando de ella misma, de sus afecciones, de
sus aficiones, cuando suena el timbre de la puerta de su casa, y se dirige abrir
la puerta, sin darse cuenta que tan solo lleva puesto su picardías negro, que
contra luz se ve toda su silueta y no deja nada de imaginación su cuerpo,
decidida abre la puerta y es un joven y alto comercial.
El comercial que se queda sin palabras a ver a Mónica ligera de ropa, se
queda sin palabras y no puede gestionar ni moverse, a ver tal belleza del
cuerpo de Mónica, cuando ella indica a quien busca o que quiere, cuando
reacciona y dice perdone mi nombre es Roberto y quería enseñarle las nuevos
sujetadores con relleno, que tienen unas pequeñas bolsistas de silicona y va
con un dispositivo muy discreto incorporad aquí mismo en el lazo del mismo
sujetador.
Mónica toda integrada en Roberto como le esta describiendo el sujetador,
que no sabía que podía existir un producto femenino que pudiera subir el gusto
a las mujeres, cuando s mira a ella misma a sus pecho cuando se da cuenta que
no tiene nada más que el picardías puesto.
Se puso un poco roja al imaginar que podría a ver pensado
Roberto al abrir la puerta de su apartamento, ve que Roberto es un chico moreno
de ojos marrones muy alto y delgado, se nota que tiene un cuerpo muy
escultural, y que seguramente tiene musculatura, hay que reconocer que es un
chico joven quizás de su misma edad que Mónica, y por supuesto es un chico que
no dejarías de mirar; en ese momento Mónica
empezó a darse cuenta ella misma que la situación le daba mucho morbo y empieza
a dar paso a su imaginación: pensando que Roberto aparataría todo lo que hay
sobre la mesa del comedor, la cogería de la cintura y la pondría encima de la
mesa, empezaría a acariciarle suavemente las piernas hasta llegar a sus muslos,
seguiría por la parte del pelvis, le quitaría su tanga y empezaría acariciándole
y buscando su punto G, y sus preciosos labios, mientras que con la otra mano no
se olvidaría de sus grandes pechos, y con la ayuda de su lengua jugaría con sus
pezones hasta que se pusiera duros, recorrería cada rincón de su cuerpo sin
olvidarse de ninguna parte y que ella gritara con deseo que lo quiere sentir
dentro de ella.
Roberto no sabía dónde mirar, por la situación que le abre
la puerta una mujer pelo castaño una buena melena, de ojos verdes, con
solamente puesto un picardías que en contra luz se podía ver perfectamente, que
eran unos buenos pechos considerables, y unos medianos pezones, y seguramente
rojaditos, con ganas de tocar y jugar con su lengua, posiblemente tenga unos
pezones juguetones, tiene una barriga plana, unas piernas largas y delgadas y
seguro que todo bien apretaditos para poderle morder bocaditos y hacerle gritar
de placer, no deja ver si posible esplendida vagina, pero con un cuerpo así
seguramente que será perfecta, al girarse se puede comprobar que tiene puesto
un tanga de color negro juego al picardías, pudiendo ver esos cachetes impresionantes,
duros se puede comprobar, Roberto sintió que empezaba a tener unos calores y no
era por el día que hacía sino, al ver a Mónica de esa manera como le había recibido
y quería disimular que no se diera cuenta de que había abultado su paquete de
su cremallera ósea su pene había tomado vida propia y quería entrar dentro de Mónica.
Ricardo para romper el hielo le dijo a Mónica si se podía
probar el sujetador de muestra para que viera ella misma lo como que es puesto
y lo fácil que es ponerse relleno y quitárselo, ella accedió a ponérselo y con
una mirada picara, le dijo a Ricardo si podría hacer el favor de ayudarle
a probárselo, por si lo rompe, sin pensarlo Ricardo le dijo que sí.
Mónica cogió el sujetador y le dijo que le acompañara a su
habitación, para que ningún mirón mirara lo que estaban haciendo y estarían más
tranquilos, respondió Ricardo que por el perfecto, y los dos se dirigieron a la
habitación de Mónica, una vez allí, ella sexualmente empezó a deslizarse uno a
uno los tirantes del picardías, mientras pensaba en que el podría acercarse
poco a poco a ella, que le ayudara a quitar el picardías, mientras que fuera
pasando una mano lentamente por su espalda, jugando con sus manos mientras va
recorriendo su cuerpo.
Pero no se acercaba Ricardo, así que Mónica se quito el
picardías, se estaba poniendo el sujetador Ricardo se acerco por detrás de
Mónica, y empezó a ponerle bien los tirantes y abrocharle por detrás el
sujetador, la cogió de los hombros y la giro lentamente, mientras
disimuladamente Mónica le rozaba sus partes más bajas a Ricardo con las manos,
y al tenerla frente a frente, Ricardo empezó a ponerle bien el sujetador a
Mónica, le coloco bien las copas de los pechos mientras le rozaba suavemente
con los dedos los pezones, y Mónica se estremecía al contacto de Ricardo, y el
no podía para de tocar los senos de Mónica, cada vez mas excitado y quería
estallar de placer, así que seguía tocando y cada vez con más energía.
Mónica cada vez gemía más de placer, y empezó a desabrochar
la camisa de Roberto, mientras él iba gozando tocando los senos de Mónica y con
la otra mano iba acariciando la espalda hacia su culo y puso hay la otra mano y
apretándolo hacia él, mientras Mónica gemía con más deseo, Mónica le quito la
camisa y empezó a desabrochar el pantalón de Ricardo, y cuando se los bajo
comprobó que Ricardo estaba muy excitado, su pene estaba a punto de explota de
la excitación, y ella pensó que ya no había marcha atrás y que estaba deseando
que Ricardo le hiciera suya.
Aquí también pongo fotos sacadas de Internet, pero cuando acabe de escribir el libro, pondré fotos mías, ya que como es un trabajo echo por mi, pues que sea todo, aunque me da un poco de vergüenza, jajajaja
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