La guija es un tablero dotado del alfabeto y de números con
el que supuestamente se puede entablar contacto con los espíritus de los
difuntos, es muy similar al juego de la copa, en el que se coloca una copa boca
abajo rodeada por las letras del alfabeto y los participantes colocan el dedo índice
en la base de la misma.
El tablero guija tienen un origen impreciso, situado de la
moda espiritista de hacia finales del siglo XIX, y que dio lugar a una patente
registrada el 28 de mayo de 1890 declarando al estadounidense Eliah Jefferson
Bond como el inventor, y a William H.A. Maupin y Charles W. Kennard como
titulares, no está claro si Bond o los titulares inventaron realmente algo o
simplemente patentaron una de las muchas planchitas o tablas parlantes, para
comunicarse con los espíritus que circulaban por Europa y Estados Unidos, en
todo caso, Kennard creó la empresa para la fabricación del tablero y comenzó a
vender los primeros ejemplares en 1980, Kennerd invento asimismo el nombre
ouija, afirmando que era una antigua palabra egipcia que significaba mala
suerte, afirmaba que su origen se renombraba hasta el antiguo Egipto, aunque no
presento ninguna evidencia que probara tal afirmación, posteriormente, la
patente fue vendida a William Fuld, antiguo empleado de Kennard, cuya compañía comercializo
el juguete hasta que Parker Brothers adquirió los derechos en 1966, fue Fuld
quien afirmo que la palabra ouija era una mezcla de los vocabolos oui y ja, que
significaba si en francés y alemán respectivamente, actualmente, otras empresas
comercializan este tablero, que en ingles se llama wichboard que significa
tablero de bruja, y fue creada por la empresa Hasbro.
Han pasado cosas macabras con la ouija, que según siempre se
han dicho que asido reales, o las han dicho en algún telediario.
El dia 25 de noviembre del 2007, cinco jóvenes se reunieron
en una casa abandonada para jugar a la ouija, la primera pregunta que lanzo el guía
fue que diera el nombre de quien le molestaran para que se fueran, la tabla
indico tres nombres de los chicos, quienes de inmediato se marcharon del lugar.
Tras haber caminado no más de 100 metros, los tres jóvenes escucharon
un fuerte ruido a sus espaldas, cuando se dieron la vuelta a ver, para saber
que ocurría, se percataron que la casa vieja se derrumbo, estando sus dos
amigos dentro de ella, quienes perdieron la vida.
Jennifer Lynn Sprigman, una chica de 14 años y quien vivía en
Ilinois, se caracterizaba por ser una joven muy nerviosa y muy fácil de
impresionar con cualquier historia, en diciembre de 1972, una compañera de la escuela
le propuso jugar a este juego, cosa a la que Jennifer accedió y sin dudarlo, la
primera pregunta que lanzo fue a qué edad iba a morir.
La ouija dio como resultado el numero 18 y posteriormente,
apunto las palabras asesinada y estrangulada, en efecto, el 03 de octubre de
1976, justo cuando faltaban dos semanas para que Lynn cumpliera los 18 años, la
chica falleció a manos de un estrangulador, cuya identidad aún sigue siendo
misterio.
Uno de los casos que impactaron a toda Venezuela en el 2006
fue el de Andrea, una joven quien vivio la terrible experiencia de perder a su
madre a los 15 años de edad, tres años después de su pérdida, la adolescente y
varias de sus amigos decidió emprender una sesión macabra de ouija.
La primera pregunta que hicieron fue si se trataba de un espíritu
bueno o malo, y posteriormente, a todas las interrogantes al juego les respondía
con el nombre de Andrea y con fechas que eran significativas para la muchacha.
Las amigas de esta notaron que la joven estaba experimentando
algo así como una posesión demoniaca, varios días después, Andrea dijo creer
que se trato del espíritu de su madre, ya que era una mujer muy posesiva y a la
que no le gustaba que su hija se juntara con otras personas.
Un hombre que se identificaba como Wyles W., indica que él y
sus amigos jugaron ouija cuando tenían 19 años, ellos crearon su propia tabla
con una hoja de papel y al poco tiempo, lograron contactar a un espíritu al que
no pudieron identificar nunca.
De broma, prepararon al tablero el próximo número ganador de
la lotería, el cual el juego les indico, acompañado de la frase la suerte tiene
dos caras, horas más tardes y ya todos repuestos de la impresión, fueron acompañar
un boleto con los dígitos dados por la ouija, el cual días después resulto ser
el ganador.
La vida de Myles y de sus amigos transcurrió con normalidad
durante un par de años, hasta que de un día para otro la vida les cambio, uno
de los chicos sufrió un terrible accidente los negocios de otro quebraron y él
se convirtió en alcohólico y vagabundo.
Tiempo después otro amigo ingreso a un centro de desintoxicación
y Myles sufrió un percance automovilismo que casi le cuesta la vida.
El caso de Dennis y David, estremeció a la sociedad de
Arkansas, dos chicos de 20 años de edad que profesaban el satanismo y que
utilizaban la ouija para comunicarse con un ser del mas allá, a quien ellos
nombraron como amo.
El día 22 de diciembre de aquel año, ambos jóvenes invitaron
a otros dos amigos aprobar el juego minutos después de ver en lo que consistía,
los invitados buscaron la forma de salir e ir a casa, sin embargo, Dennis y
David reaccionaron de mala manera y terminaron por apuñalarlos.
Uno de los heridos logro escapar del lugar y dio aviso a la policía,
quienes al día siguiente encontraron a los agresores durmiendo encima de un
gran charco de sangre proveniente de una persona a la había descuartizado.
Ambos fueron condenados a cadena perpetua y enviados a un
hospital psiquiátrico a pugnar su castigo, pues aseguraban que una voz les
ordenaba actuar de esa manera.
Julio Cesar Miranda, un adolescente a quien le gustaba mucho
jugar fútbol y quien era muy bueno en matemáticas, un día Julio y una amiga de
la escuela decidieron probar jugar la ouija, o cual provoco en ellos una posesión
demoníaca.
La madre del chico cuenta que Julio pronunciaba en varias
ocasiones el nombre de Belcebú, quien decía era su padre y a quien le debía obediencia,
hacia muchas cosas extrañas, entre ellas, salir desnudo a la calle y hacer sus
necesidades frente a todos.
Un día, Julio le dijo a su madre que Satanás le había ordenado
acabar con la vida de su hermana, minutos después, realizo los movimientos y
giros bruscos, tomo un cuchillo con el que termino hiriéndose en el estomago,
pese a que fue atendido en el hospital, cuando regresaron a casa, el
adolescente fallecía, su amiga tuvo que ser sometida a tratamiento psicológico.
En Madrid en el año 1990, el caso de una niña llamada Estefanía
Gutiérrez, quien por curiosidad, jugo a la ouija con sus amigas un par de veces
en la escuela, un día la maestra del colegio las sorprendió y como pudo, rompió
el tablero.
El vaso que se encontraba en el centro se rompió y las
chicas vieron salir un humo negro que se metió por la nariz de Estefanía, quien
de inmediato comenzó a convulsionar y a decir que sentía en ella la presencia
de muchas personas.
La madre de la niña asegura que su hija estaba poseída, lo
cual hacia que tuviera un comportamiento muy extraño en casa, después de varios
meses con esta situación, Estefanía murió, al parecer, sin ninguna razón aparente.
Esta es la historia de Carlos, quien gracias a una amiga, conoció
el juego de la ouija, ambos jugaban de cinco a ocho horas diarias lo cual hizo
que vivieran muchos contactos paranormales y así perder el miedo a los seres
que viven en el más allá.
Carlos y sus amigos salieron corriendo del lugar, minutos más
tarde, se encontraron con Jorge, quien decía no recordar nada de lo sucedido,
esa noche todos los participantes experimentaron cosas paranormales y macabras,
años más tarde Jorge perdió la razón y deambulo por las calles, mientras que
otros de sus amigos falleció un mes después de haber jugado, en un presunto
incendio en su casa.
Dos mujeres de mediana edad decidieron jugar a este juego
por curiosidad, en principio se lo tomaron a broma, pero cuando descubrieron
que finalmente consiguieron contactar con Satanás las cosas cambiaron y más
cuando la tabla les revelo el siguiente mensaje, lo que no crees es real.
En una madrugada, una de las participantes se levanto y bajo
a la cocina a beber agua y ahí escucho la voz de una niña que lloraba y gritaba
a lo lejos, no le dio mucha importancia, hasta que tomo un vaso y debajo de
este encontró un papel que decía, te lo he dicho.
Segundos después sonó el teléfono, era su amiga Carla, quien
estaba muy preocupada porque su hija de 16 años no había regresado a su casa,
la otra mujer nato que debajo de sus pies había mucha sangre, siguió el rastro
y encontró en la cocina el cadáver de la niña, la mujer salió despavorida de
casa Carla, a quien también encontró muerta, se desmayo y cuando despertó, pareció
en el hospital, sin saber que había pasado en realidad.
En el año 2000 un
grupo de siete alumnos se reunieron en un salón de su universidad, en el
cual se juntaban por lo general a estudiar, para jugar por primera vez a la
ouija, una de las chicas pregunto a la
tabla a qué edad moriría y que, la respuesta que obtuvo fue que de anorexia a
los 31.
La joven rompió en llanto por tal impacto y confesó a sus
amigos que desde hace años sufría bulimia y anorexia, pasaron años y los ex
compañeros se enteraron que la chica, efectivamente falleció a los 31 años de
edad por un ataque cardio respiratorio, como consecuencia de consecuencia de
constantes vómitos, falta de potasio y anemia aguda.
Muchas veces creemos que son tonterías y no hacemos caso a
nada, y hacemos bromas con los juegos, yo sinceramente no he jugado con la
ouija nunca, pero es algo que me da respecto, por si acaso no quiero pensar que
es todo mentira, algo de verdad tiene que ver.
Fotos sacadas de Internet.
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