Muchas veces no hacemos nada y nos apalancamos y vemos pasar
los días, y tener una vida de lo más tranquila, sin vivir un poco, es una mala costumbre
de esperar algo malo, de una mala noticia o a una llamada de que alguien
querido se nos fue, para tomar las rienda de nuestra vida y empezar a apreciar
cada puesta de sol, cada mañana que te levantas de la cama y cada luna que
abrazas en tu almohada, tenemos la mala costumbre de usar el descuido a diario,
olvidando que los pequeños detalles importan, que los pequeños detalles
construyen grandes caminos y que cada lunes, puede ser el mejor día de la
semana, tenemos la mala costumbre de quejarnos por todo, de culpar siempre al
otro porque claro, tu eres un ser perfecto y nunca, haces nada.
Decimos muy pocos te quiero y hacerlo por primera vez es
como buf que va, no vaya a ser que se asuste, asustarse de que??, como una
persona puede asustarse porque alguien le quiera, asústate si algún día te vas
a la cama sin sentir que quieres a otra persona, asústate el día que te vayas
dormir sin decirle a esa persona lo importante que es para ti, asústate cuando
no le des besos a tu madre y a tu padre, asústate cuando seas incapaz de
abrazar a alguien y sentir esa sensación tan extraordinaria que producen los
abrazos, asústate cuando las defensas de tu cuerpo se hayan vuelto inmunes al
dolor ajeno, y cuando veas una injusticia y no hagas absolutamente nada para
remediarlo, asústate cuando pases un solo día sin ayudar a alguien, asústate de
verdad, porque créeme, estarás muerto.
Tenemos la mala costumbre de trabajar demasiado y no
disfrutar de la vida, de cargar con una mochila
llena de cosas innecesarias y de comer más de de lo que nuestro cuerpo
necesitas, tenemos la mala costumbre de creernos mejores que los demás, de
bailar poco, fumar como carreteros y respirar a medias, tenemos la mala
costumbre de ir caminando por las calles de nuestra ciudad mirando al suelo, o
a nuestro móvil, sin darnos cuenta de las maravillas que tenemos en nuestra
ciudad, por no hablar de la luz de las estrellas.
Tenemos la mala costumbre de empezar el gimnasio la semana
que viene, y nunca llega esa semana, de cuidarnos cuando ya es demasiado tarde
y de tomar vitaminas cuando estamos enfermos, tenemos la mala costumbre de
creer que el pelo de aquella es mejor que el nuestro, que su suerte es nuestra
desdicha y de compararnos como si fuésemos presa de alguien que busca en
comparadores de internet, tenemos la mala costumbre de medirnos por nuestros
estudios o por nuestra altura, de confundir la belleza con la delgadez y de
creernos que no somos capaces de conseguirlo, porque alguien una vez así nos lo
hizo creer, y no fue nadie más que tú mismo.
Tenemos la mala costumbre de apuntarnos a clases de idiomas
para luego no ir, de querer conocer mundo y viajar lo más lejos posible cuando aun,
nos quedan lugares maravillosos por descubrir en nuestra propia tierra, tenemos
la mala costumbre de comer animales, de contaminar el mundo y de lavar la ropa
en vez de nuestra conciencia.
Tenemos la mala costumbre de escuchar poco y hablar
demasiado, de dar consejos y juicios de valor sin ser consciente del poder que
pueden llegar a tener nuestras palabras, dejamos demasiado pronto y tenemos muy
poca paciencia, objetivos de usar y tirar, sin importarnos lo mas mínimo de
destino, tenemos la mala costumbre de creernos que lo sabemos todo, cuando realmente
no tenemos idea de nada, y hablamos por hablar.
Nos pasamos media vida o vida entera, soñando esa vida
perfecta que nos gustaría tener, cuando somos ajenos a que realmente la vida
perfecta es ahora, es cada momento, cada instante de los segundos que marca el
reloj de tus días, es cada oportunidad, cada sonrisa, cada beso y cada vez que
te enamoras, porque no enamorarnos todos los días de nuestra vida, no pongas
barreras a tu corazón y deja los prejuicios para aquellos que llevan el cartel
de cobarde escrito en tinta permanente, ni con disolvente se va, porque no
aprender de la vida, desfrutar de cada segundo de nuestra vida, ya sea estando
solos o en compañía.
Empecemos a acostumbrase a esta vida que a veces es dura,
terriblemente dura, pero no te lamentes ni te vayas nunca a la cama habiendo hecho
daño a alguien, habiendo dejado para
luego esas horas que nunca llegaron, no habiendo cumplido ese sueño que tanto querías,
no habiendo hecho unos kilómetros de mas ese día porque tu cuerpo estaba
cansado, no permitas que alguien
fallezca para luego recordarlo y decirle mirando su foto, cuanto le querías, no
dejes que la rutina o la sensación de eternidad descuide lo verdaderamente importante
de tu vida.
No dejes que las malas costumbres no hagan perder lo
maravilloso que es vivir y desfrutar de la misma vida, y poder aprovechar todos
los días que te queden por vivir y que sea a partir de hoy.
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