El Dullahan, un siniestro jinete sin cabeza que cabalga
durante las noches sin luna, puede considerarse como uno de los seres más
terribles de la mitología celta y ha servido como semilla para el relato Sleepy
Hollow, en el que un hombre llamado Iclabod Crane se veía enfrentado a una de
estas criaturas.
El Dullahan porta su cabeza decapitada en su mano, una
cabeza que por otra parte tiene la cualidad de brillar en la negrura de la
noche, teniendo especial preferencia por la medianoche, y le sirve para
encontrar a viajeros solitarios por los campos y caminos de Irlanda, además de
estar dotado de una visión sobrenatural con la que puede ver en la lejanía.
Su montura es un
corcel tan negro como la misma noche y cuyos cascos lanzan chispas al cabalgar,
los Dullahan también pueden llevar armas, o bien una espada o bien un extraño látigo
hecho con la columna vertebral humana, que utiliza para atacar a aquellos que
le espíen o vigilen a propósito, o también al desafortunado que hayan tenido la
desgracia de toparse con él, resulta cuando menos curioso que un ser tan terrorífico
tenga especial aversión a dos cosas, una a que le observen y la otra al oro,
por lo que los viajeros que se aventuren a dos cosas, una a que le observen y
la otra al oro, por lo que los viajeros que se aventuren en la noche deberán llevar
algo de este metal para no sufrir la cólera del Dullahan.
Hay quien sostiene que este ser fantasmal es la encarnación
terrenal de Cron Dubh, un antiguo dios celta cuyo culto exigía de sacrificios
humanos anuales, y quien se venero hasta
bien entrado el siglo VI, momento en que primeros misioneros empezaron a
evangelizar Escocia e Irlanda, y que se ha retomado a nuestro mundo en busca de
nuevas almas humanas, sin duda el Dullahan es un terrorífico contrapunto al
resto de seres que se pueden hallar en la mitología celta.
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