Hasta mediados del siglo XX, para una niña nacida en el seno
de una familia acomodada en China era casi seguro que en algún momento de sus
primeros años iniciara un proceso para
esculpir sus pies más pequeños y en puntos, eran los pies de loto, esta modificación
corporal tenía la intención de atraer pretendientes y hacer alarde de un status
superior en la sociedad, la cultura en general consideraba estos pies
reformados como verdaderas bellezas, y el andar delicado, resultado de la
extrema reformación de las extremidades, era visto como algo sumamente atractivo,
pero el proceso de transformación de pies de loto era espantoso, problemático,
y daba el lugar a problemas en los pies durante toda la vida.
La invención del vendado de pies no está bien documentada,
pero los primeros registros conocidos de la práctica datan de la dinastía Tang
del sur alrededor de 937 d.c, algunos historiadores creen que la tradición surgió
cuando las mujeres comenzaron a imitar a la concubina imperial, que era conocida
por sus diminutos pies envueltos, otros atribuyen la tradición a un grupo de
bailarines de la corte que iniciaron el proceso en la misma época,
independientemente de sus orígenes, el re-diseño de pies se puso de moda entre
las familias chinas de clase alta cerca de mil años atrás, y estuvo en prácticas
hasta hace relativamente poco.
Generaciones de prueba y error llevaron a las practicas del
vendado de pies a dominar el arte de torcer y dar una forma única a las plantas
de los pies de las jóvenes, el vendaje se realizaba normalmente en los meses de
invierno para que el frio adormeciera las hiervas y previniera la infección,
tiempo después de que una hija cumpliera los dos años, y por lo general antes
de cumplir los 5 años, la niña y su maleable esqueleto eran llevados al lado de
una mujer anciana de la familia o a una profesional del vendado de pies para
iniciar el proceso de transformación, aunque había un viejo refrán de que una madre
no podía amar a su hija y a los pies de su hija al mismo tiempo, el
procedimiento rara vez se llevaba a cabo por la madre personalmente, porque a
ella probablemente le sería imposible ignorar la considerable angustia de la
niña.
Para comenzar el proceso de vendaje de los pies, la
vendadora empapaba suavemente los pies de la niña en una solución de sangre
animal y hierbas, sus uñas eran arregladas y cuidadas, y sus pies masajeados a
fondo, una vez que la piel se suavizaba y los músculos se relajaban, la
vendadora enroscaba los dedos de los pies de la niña hacia abajo, hacia la
planta del pie hasta donde los huesos le permitieran, luego enroscaba los dedos
del pie mas allá de lo que los huesos permitieran, rompiendo las falanges de la
niña y formando una especie de puño retorcido, no había manera de aliviar el
dolor durante este proceso, por lo que se requería que la vendadora hiciera
caso omiso a cualquier grito de agonía, a continuación, rompía el arco plantar.
Los pies de la niña, ahora un saco convenientemente esculpible
de huesos, eran envueltos en vendas largas que se habían empapado en una receta
de hierbas y sangres, con cada devanado las vendas eran apretadas tan firmemente
como fuera posible, dibujando la bola y el talón del pie cada vez más cerca y
disminuyendo el extremo del pie en un punto, las envolturas eran cosidas a fondo
permitiendo ajustarlas a medida que se secaban, luego, el otro pie.
Después, los pies de la niña se desenvolvían periódicamente para
limpiar las grietas, recortar sus uñas y eliminar cualquier carne muerta, el
cuidador del pie podía optar por arrancar las uñas del pie si estas se estaban convirtiendo
en sitios de infección, a veces, un dedo del pie o dos se caerían durante este
proceso, dejando más espacio para la remodelación,
los pies de la niña se envolvían nuevamente con más fuerza que antes, lo que
provocaba que su planta se redujera aun mas, mientras los huesos se fusionaban
lentamente, ocasionalmente los pies de la niña se ulceraban, y el envenenamiento
de la sangre y la gangrena eran causa de preocupación, pero se estima que el
90% sobrevivieron al proceso.
Una vez que los pies alcanzaban su objetivo miniatura de 7.5
centímetros, los vendajes feos eran adornados con zapatillas de seda bordados,
cuando una dama con los pies de loto perfectos era presentada en la sociedad se
convertía en una compañera codiciada, sus pies re-configurados se hacían evidentes
por su particular manera de caminar: un balanceo muy distinguible que llego a
ser conocido como el andar de loto, los pies unido se consideraban sexualmente
excitantes para los hombres, y las niñas que los tenían eran mucho más
propensas a conseguir un matrimonio prestigioso, los manuales de sexo de la época
describen numerosos actos eróticos que las parejas casadas podían realizar y
que involucraban pies de loto, aunque se les advertía a los hombre de no que
mirar los pies sin los zapatos y los vendajes, porque la estética seria
destruida para siempre, por otra parte, se dice que desenvolver los pies de
loto provocaba un potente y desagradable olor debido a la acumulación de
bacterias entre los pliegues de los pies deformes.
Aunque la práctica se limito inicialmente a las familias de
clase alta, la gente de menor prestigio pronto comenzó a adoptar la tradición,
una mujer de pies de loto no solo era codiciada por su forma de locomoción,
sino que sus lesiones también tendían a evitar que vagara lejos de casa, estas
mujeres tendían a renunciar a la participación en la sociedad y en la política debido
a su reducida movilidad, y se convertían en dependientes de sus maridos y
familias para el resto de sus vidas, a pesar de su alto nivel cultural, su
existencia consistía en poco más que reclusión domestica.
El vendado de pies se mantuvo en la práctica popular en algunas
partes de China hasta los esfuerzos para prohibirlo que surgieron a principios
del siglo XX, activistas contra los pies vendados educaban a la población en
cuando a la opinión del mundo exterior del vendaje de los pies como una barbaridad
y les enseñaban las ventajas de los pies normales, el medio al ridículo internacional
es un gran motivador, y en una sola generación, la práctica fue casi
Erradicada, pero algunas familias rebeldes continuaron la tradición
hasta que fue prohibida por el nuevo gobierno comunista en 1949, ciudadanos
emprendedores inventaron un zapato que imitaba la forma de andar de los pies vendados,
proporcionando así una ruta alternativa a la posición social, pero el estigma
dominado la apelación, finalmente, después de un milenio de tradición equivocada,
todos los ciudadanos chinos estarían en igualdad de condiciones.
En su apogeo, la tradición fue practicada por aproximadamente
el 50% de las familias chinas de clase media, y casi el 100% de las familias acomodadas,
en total, el numero de niñas chinas que fueron sometidas a vendarse los pies se
contaban por decenas de miles de millones, hay unos pocos cientos con pies de
loto que todavía sobreviven, la mayoría de ellas octogenarias o de mayor edad.
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