En este blog intentare hablar de un poco de todo, como manualidades, trucos en todos los aspectos, ya que hay muchos, de cocina, de tecnología, etc...

14/9/16

Desaparecida rica, desaparecida pobre

Me fastidia mucho que desaparezca gente y que no la encuentren o por desgracia la encuentren fallecida, o que no se sepa nada de esa persona, y lo peor que lo pasan son los familiares sin saber donde está sus seres queridos.

Pero siempre me hecho una pregunta, si desaparece un persona de una familia rica, y una persona humilde, tendrán las mismas búsquedas, por lo que estado leyendo veo que no, tanto en los medios de comunicación, como en todos los métodos que se utilizan a la hora de proceder en la búsqueda de las personas desaparecidas.

Desde que se produjo la desaparición de la joven madrileña Diana Quer el pasado 22 de agosto, la televisión sobre todo y parte de la prensa están dedicando abundante espacio al caso, a cualquier hora en medios informativos y magacines se aportan nuevos resultados de las investigaciones, más datos, giros inesperados en las declaraciones de la familia, es el suceso del verano.

No quiero decir con esto que no veo bien todo lo que hacen, al revés me parece bien y quizás también podrían hacer mucho más para poder encontrar a Diana Quer, pero no solo de ella, sino de la gente que ha desaparecido también, porque tienen el mismo derecho.

Pero no el único, tres días después ocurría lo mismo con Iván Duran, de 30 años, también en Galicia, desapareció de su domicilio de Baiona, Pontevedra sin dejar rastro, su imagen apenas ha sido difundida y la familia pide similar trato en la labor de búsqueda, ya que pagan los impuestos como cada español y tienen el mismo derecho.

Pero no se está haciendo nada, no sale en los medios de comunicación como en el caso de Diana Quer, la verdad que no es justo, también se lo merece, ya que también ha desaparecido de su hogar sin dejar rastro y su familia hasta la fecha de hoy no sabe nada de nada.

Otro caso parecido ha tenido lugar en Badajoz, que ha pasado casi desapercibido, Manuela Chavero Valiente, de 42 años de edad, desapareció misteriosamente de su casa en Monesterio en la madrugada del pasado 5 de julio, la puerta no estaba forzaba, el televisor seguía encendido, los pantalones sobre la cama y el móvil en la cocina, únicamente faltaban unas chanclas y quizás un pantalón de pijama, la familia descarta que se haya ido voluntariamente, la vivienda estaba como en un día normal, nunca se hubiera ido, sus hijos son lo que más adora, afirma su hermano, tenía proyectado irse a la playa en breve con una amiga.

De complexión delgada, 1 metro y 60 centímetros de altura y pelo rizado castaño largo, su imagen apenas ha aparecido en algunos carteles que ha distribuido la familia, ¿Por qué ESTA DIFERENCIA DE DIFUSION ENTRE UN CASO Y OTRO?, no es la primera vez que ocurre, parece que hay desapariciones de primera y de segunda división.

¿Por qué esta diferencia?, ¿Por qué no tienen el mismo derecho todos los desaparecidos?, son cosas que no entiendo, que pasa que no tienen el mismo derecho, porque son desaparecidos todos y sus familias lo buscan, tienen que darle la misma importancia a todos, ¿no?

Sucede que determinados delitos, si no hay presión en los medios de comunicación social, no consiguen mayor resonancia y al poco tiempo entran en vía muerta, si consiguen mayor resonancia y al poco tiempo entran en vía muerta, en cambio, si saltan a la popularidad, toda la maquinaria policial tensa los resortes.

No hay derecho, no se trata de gente famosa, ni es político, son personas que desaparecen, que tienen hijos, padres, hermanos, que necesitan saber donde están y necesita saber donde están, no hay derecho, y luego que digan que la justicia es igual para todo el mundo, aquí se puede ver claramente que no es así, ¿para que la queremos entonces?

Influyen en ello diversos factores, aunque el principal es la capacidad de la familia para movilizar a los medios de comunicación, elevada posición social, buenos contactos a poder ser a nivel político y habilidad o recursos para moverse en ciertos ambientes hace que tengan gran repercusión y se le busque por todas partes y con todos los medios posibles.

En el caso de Diana Quer incluso se ha sumado a las labores de rastreo la infantería de marina y en Madrid andan tras la pista agentes del CNI, no es la primera vez que un cuerpo ajeno  a estas situaciones se une a dichas tareas, esta semana el director general de la guardia civil, Arsenio Fernández de Mesa, visito a los mandos de la comandancia de A Coruña y tuvo un encuentro con los responsables de la investigación, el cartel que hay en la red con la foto de la joven, para que la gente aporte pistas, tuvo en los dos primeros días siete veces más visitas que los otros en una pila de años.

Si tanta gente está buscando a Diana Quer, que me parece bien, ya que es una niña y lleva muchos días desaparecida, y tiene que aparecer, pero también tienen derecho las personas desaparecidos, que pasa no tienen derecho, o primero se busca a una persona primero ya que es más importante por lo que hemos explicado arriba que otros, y si hay tiempo y tenemos ganas buscaremos el resto de desaparecidos, pero claro ya han pasado mucho tiempo para que molestarse, esto la verdad que no es justo, con todo lo que hay hoy en día, por ejemplo trata de banca, esclavas, hacen negocios por los órganos de las personas, no se merecen lo mismo, vamos digo yo, no hay que ser inteligentes para ver esta injusticia.

A veces es actitud de personas allegadas las que con su iniciativa personal ayudan a la resolución del problema, así el pasado año desapareció una peregrina americana que hacia el camino de Santiago, la familia, tras escribir infructuosamente el presidente en funciones, Mariano Rajoy, recurrió al senador John McCain para intercediera, el ex candidato a la Casa Blanca contacto con Moncloa ofreciendo la intervención del FBI, fue un revulsivo en la durante cinco meses adormecida investigación, de inmediato el Ministerio del Interior envió 30 agentes que se volcaran en la búsqueda, en poco más de dos semanas aparecía el cadáver de Denise Thiem y era detenido su asesino.

Se vuelcan mas, se ponen más medios porque lo ordenan LOS DE ARRIBA, está bien pero tiene que haber proporcionalidad en todos los casos, se queja Joaquín Amills, presidente de la asociación SOS 
Desaparecidos y padre de un joven de 23 años que nunca regreso al hogar.

Al año se producen en España 14.ooo desapariciones el 40% son menores de edad y la guardia civil abre diariamente 14 investigaciones nuevas, entre 12 y 13 se solucionan en las primeras 24 o 48 horas, generalmente, son voluntarias y a los pocos días vuelven a casa.
Pero unas 500 quedan sin resolver, de todos modos hay que tener en cuenta que mucha gente no acude, cuando llega el familiar, a retirar la demanda, ahora hay rededor de 3.500 casos de desapariciones sin resolver desde 1977, en 2014 las denuncias marcaron un record, se iniciaron 22.593 expedientes, de los que más de 800 siguen abiertos.

El incremento de denuncias se debe a algo que no ocurría con anterioridad, menores inmigrantes que se escapan de los centros de acogida y cuya desaparición tiene que ser denunciada por ley, el problema surge cuando, tras ser localizados por los cuerpos y fuerzas de seguridad, dan un nombre falso, y en muchas ocasiones sin perder cerrarse.

Las 48 horas anteriores y posteriores a una desaparición son claves para su desenlace, a partir de ahí el tiempo empieza a correr a la contra, las pistas que los investigadores pueden encontrar en ese periodo de tiempo marcan líneas de trabajo a seguir y suelen arrojar luz sobre si la ausencia pudo ser voluntaria o forzada, en suma, de riesgo limitado o de alto riesgo, y lo suben a la basa de datos que utilizan los cuerpos policiales a nivel europeo, por ello es preciso que la familia denuncie cuanto antes y facilite la máxima información posible.

A pesar del paso del tiempo y del archivo judicial de las causas, los expedientes por desaparición no se cierra nunca, como mucho permanecen de modo pasivo a la espera de nuevos indicios o de que un juez decida reabrir el caso, en ocasiones las familias lo consiguen tras años de reclamaciones, otras veces, en cambo sus nombres permanecen en el limbo del olvidado, como el de Francisco Fontalba, el primer niño desaparecido en 1977, año desde el que se realizan estadísticas de tipo oficial, se fue de casa con 15 años y sus familiares le siguen buscando, sin resultado, tratan de reabrir el caso, pero al no existir pruebas concluyentes ni un juez ni la Benemérita dan por cerrado el caso.

Una década después nuestro país fue escenario de dos de las desapariciones extremas más desconcertantes y de mayor extrañeza ocurridas en el último cuarto del siglo pasado, como tales consideran la oficina europea de policía a las de Juan Pedro Martínez Gómez, ocurrida en Somosierra y a David Guerrero Guevara, el conocido niño pintor de Málaga, las mas mediáticas de nuestras reciente crónica negra sobre las que se continua sin noticias alguna.

Desde entonces se han producido numerosos sucesos similares, pero lamentablemente con apenas resonancias en su momento, así hubo dos desapariciones, casi parejas en el tiempo, pero con diferente tratamiento, las de Yéremi Vargas y Madelaine McCann, la gran diferencia entre ambas es que, en la del niño canario, el poder político apenas le prestó atención.

En cambio el ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, recibió a los padres de la chiquilla inglesa, el suceso había ocurrido en la vecina zona del Algarve Portugal, pese que contaba con gran respaldo por parte de las autoridades británicas, a partir del quinto aniversario de la desaparición ocurrida en las islas en 2007 fue cuando se empezó a prestar atención al citado Yéremi, demasiado tarde.

También en Las Palmas desapareció hace una década Sara Morales, de 14 años, salió de su casa en dirección al centro comercial La Ballena, donde estaba citada con un amigo para ir al cine, no llego a su destino, nadie sabe que pudo haberle ocurrido, su padre mantenía la teoría de que jamás se habría marchado de casa voluntariamente.

Ese año se produjo otra importante desaparición, la de Josué Monge García, de 13 años, en dos hermanas, Sevilla, dijo que iba en bicicleta a casa de un amigo y jamás volvió, a las dos semanas se esfumaba también su padre, Antonio Monge Rodríguez, no se ha vuelto a saber nada de ninguno de los dos, misterio doble.

Otra joven, Gloria Martínez Ruiz, de 17 años, desapareció en plena noche de una clínica de Alfaz del Pi Alicante, en camión, sin coger las gafas de aumento, en centro sanitario bordeado por un gran muro de seguridad, lo único que sabemos es que dejamos una hija y ya no la hemos vuelto a ver, esto es algo terrorífico, me decía su padre, Álvaro Martínez, ocurrió en 1992 aquello sigue envuelto en un halo de misterio.

Aquel mismo año se produjo otra doble desaparición, las niñas Virginia Guerrero, de 15 años, Manuela Torres Bouggefa, de 14 años, no volvieron a su casa de Aguilar de Campo Palencia, desde entonces no existe el menor rastro de ellas, como si se las hubiera tragado la tierra, eran intimas amigas, estaban siempre juntas y desaparecieron cuando hacían autostop para ir a bailar, como ocurriría siete meses después con las chicas de Alcacer, tremendo aquel 92 en cuando a sucesos de este tipo.

La joven Cristina Bergua Vera, de 16 años, residía con su familia en Cornella de Llobregat, salió de casa para reunirse con su novio, según comento a las amigas, estaba resuelta a poner fin a dicha relación sentimental, después no aviso por teléfono de que fuera a retrasarse, como acostumbraba a hacerlo cuando le surgía algún imprevisto, no regreso jamás desde aquel domingo de 1997.

La familia recibió una pista indicando que el cuerpo estaba en un vertedero, cuando se supo que la búsqueda tendría un costo de 50 millones de pesetas, se paralizo, al padre de la chica le parece muy bien que se haya intentado buscar el de Marta del Castillo varias veces y nadie lo haya puesto en entredicho pese a la elevada cantidad de dinero que se ha invertido en tales labores de búsqueda.

Muy importante ya a la par desconocido es el caso de los hermanos Dolores, de 17 años, e Isidro Orrit Pires, de 6 años, desaparecieron misteriosamente en 1988 de hospital Sant Joan de Deus, donde estaba ingresado el pequeño,  habían perdido a su padre hacia una par de meses y la madre, con 14 hijos, se vio obligada a ampliar su jornada laboral para poner sustentar a la familia, pidió a su hija que pasara la noche junto a su hermano, que iba a ser operado al día siguiente, dado que ella tenía trabajos pendientes que realizar, el personal del centro vio a los dos menores en la habitaciones después de la cena y a las seis de la mañana comprobaron que ya no estaban, allí permanecían las gafas de la chica que llevaba siempre puestas para corregir su astigmatismo, se ve que estaban acostados cuando se los llevaron de allí, hasta ahora, sin noticia alguna.

Cuando son niños la pregunta que se hacen todos es: ¿para que los secuestran?, las respuestas pueden ser múltiples, pederastia, explotación sexual, mendicidad, tráfico de órganos, venta a padres sin hijos, bebedores de sangre humana, ceremonias satánicas, todas a cual mas terrible.

Puede que algunos vivan desconociendo su pasado, posiblemente nunca retomaran a su hogar por voluntad propia, cualquier psiquiatría sofrólogo sabe, que inyectándoles por voluntad propia, cualquier psiquiatría sofrólogo sabe, que inyectándoles determinados fármacos durante diez minutos, se olvidan hasta de su nombre, y en una semana, a base de sesiones de hipnosis, se le cambia su historial e ignoran por completo quien fue su familia.

Otros corren peor suerte, en la memoria permanece el gitanillo Jonathan Vega Barrull, de menos de tres años de edad, desaparecido un verano como este del año 2000 en un centro comercial del municipio madrileño de San Fernando de Henares, a las seis meses un camionero que descargaba escombros en un vertedero encontró un cráneo diminuto, parte de la mandíbula, varias costillas y huesos del antebrazo, era todo lo que quedaba del chavea de encrespada pelo trigueño y mirada despierta, antes de matarlo lo habían golpeado con fuerza.

Al profundo dolor que inunda a muchas familias se añade el hecho de encontrarse desamparadas en la búsqueda de sus seres queridos, consideran una falta de colaboración por parte de las autoridades, un agravio comparativo en relación con otros casos donde no repara en medios esfuerzos humanos y materiales.

Por ello, los familiares se vieron obligados a agruparse para hacer fuerza en sus principales reivindicaciones, que se reconozca el derecho a saber donde están sus niños y que hayan mas coordinación policial, nombres como los de Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, Juan Bergua, cofundador de  inter-SOS, Salvador Domínguez, presidente de Adesepa, José Miguel Ayllon, presidente de la asociación nacional de víctimas de delitos violentos, y otros esforzadores luchadores saltan ring de la actualidad buscando una victoria contra la disidía oficial y el delito impune, denuncian negligencia, insensibilidad o insuficiencia de medios en algo que debería ser prioritario: encontrar a sus seres queridos.

Para los familiares no hay forma de cicatrizar una herida sin horizonte, padres que, como tantos otros a los que les ha desaparecido violentamente un ser querido, despiertan cada mañana, cuando consigue mal dormir, con la tristeza y también ilusión de que finalmente aparezca, necesitan volver a abrazarlos, si están con vida, o una tumba a la que poder acudir para llorarles y depositar flores.

No les falta razón cuando piden mayor ayuda para encontrar a los suyos, que no se piense en diferencias sociales ni económicas, todos los ausentes son igual de victimas, policía y guardia civil deben volcarse en todos los casos, sin distinciones, y sobre todo evitar roces profesionales entre ambos cuerpos que perjudican las investigaciones, por encima de competencias  y el afán de colocarse medallas debe prevalecer la necesidad urgente de dar con el paradero, cuanto antes, de los desaparecidos.

Las heridas que no se ven son las más profundas, pero aquellas que  con el paso del tiempo no terminan de cerrarse son más dolorosas, para los familiares de tantos desaparecidos de tantos desaparecidos se trata de una muerte en vida, hay que seguir luchando y haciendo más de lo que se hace la policía, los medios de comunicación, y los políticos en llegar hacer algo mas rápido y por supuesto en que traten todos los casos por el igual, porque se va dejando los casos de lado y se pierde las pruebas, no es justo.




Fotos Sacadas de Internet.

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