Me fastidia mucho que desaparezca gente y que no la
encuentren o por desgracia la encuentren fallecida, o que no se sepa nada de
esa persona, y lo peor que lo pasan son los familiares sin saber donde está sus
seres queridos.
Pero siempre me hecho una pregunta, si desaparece un persona
de una familia rica, y una persona humilde, tendrán las mismas búsquedas, por
lo que estado leyendo veo que no, tanto en los medios de comunicación, como en
todos los métodos que se utilizan a la hora de proceder en la búsqueda de las
personas desaparecidas.
Desde que se produjo la desaparición de la joven madrileña
Diana Quer el pasado 22 de agosto, la televisión sobre todo y parte de la
prensa están dedicando abundante espacio al caso, a cualquier hora en medios
informativos y magacines se aportan nuevos resultados de las investigaciones,
más datos, giros inesperados en las declaraciones de la familia, es el suceso
del verano.
No quiero decir con esto que no veo bien todo lo que hacen, al
revés me parece bien y quizás también podrían hacer mucho más para poder
encontrar a Diana Quer, pero no solo de ella, sino de la gente que ha
desaparecido también, porque tienen el mismo derecho.
Pero no el único, tres días después ocurría lo mismo con
Iván Duran, de 30 años, también en Galicia, desapareció de su domicilio de
Baiona, Pontevedra sin dejar rastro, su imagen apenas ha sido difundida y la
familia pide similar trato en la labor de búsqueda, ya que pagan los impuestos
como cada español y tienen el mismo derecho.
Pero no se está haciendo nada, no sale en los medios de
comunicación como en el caso de Diana Quer, la verdad que no es justo, también
se lo merece, ya que también ha desaparecido de su hogar sin dejar rastro y su
familia hasta la fecha de hoy no sabe nada de nada.
Otro caso parecido ha tenido lugar en Badajoz, que ha pasado
casi desapercibido, Manuela Chavero Valiente, de 42 años de edad, desapareció
misteriosamente de su casa en Monesterio en la madrugada del pasado 5 de julio,
la puerta no estaba forzaba, el televisor seguía encendido, los pantalones
sobre la cama y el móvil en la cocina, únicamente faltaban unas chanclas y
quizás un pantalón de pijama, la familia descarta que se haya ido voluntariamente,
la vivienda estaba como en un día normal, nunca se hubiera ido, sus hijos son
lo que más adora, afirma su hermano, tenía proyectado irse a la playa en breve
con una amiga.
De complexión delgada, 1 metro y 60 centímetros de altura y
pelo rizado castaño largo, su imagen apenas ha aparecido en algunos carteles
que ha distribuido la familia, ¿Por qué ESTA DIFERENCIA DE DIFUSION ENTRE UN
CASO Y OTRO?, no es la primera vez que ocurre, parece que hay desapariciones de
primera y de segunda división.
¿Por qué esta diferencia?, ¿Por qué no tienen el mismo
derecho todos los desaparecidos?, son cosas que no entiendo, que pasa que no
tienen el mismo derecho, porque son desaparecidos todos y sus familias lo
buscan, tienen que darle la misma importancia a todos, ¿no?
Sucede que determinados delitos, si no hay presión en los
medios de comunicación social, no consiguen mayor resonancia y al poco tiempo
entran en vía muerta, si consiguen mayor resonancia y al poco tiempo entran en vía
muerta, en cambio, si saltan a la popularidad, toda la maquinaria policial tensa
los resortes.
No hay derecho, no se trata de gente famosa, ni es político,
son personas que desaparecen, que tienen hijos, padres, hermanos, que necesitan
saber donde están y necesita saber donde están, no hay derecho, y luego que
digan que la justicia es igual para todo el mundo, aquí se puede ver claramente
que no es así, ¿para que la queremos entonces?
Influyen en ello diversos factores, aunque el principal es
la capacidad de la familia para movilizar a los medios de comunicación, elevada
posición social, buenos contactos a poder ser a nivel político y habilidad o
recursos para moverse en ciertos ambientes hace que tengan gran repercusión y
se le busque por todas partes y con todos los medios posibles.
En el caso de Diana Quer incluso se ha sumado a las labores
de rastreo la infantería de marina y en Madrid andan tras la pista agentes del
CNI, no es la primera vez que un cuerpo ajeno
a estas situaciones se une a dichas tareas, esta semana el director general
de la guardia civil, Arsenio Fernández de Mesa, visito a los mandos de la
comandancia de A Coruña y tuvo un encuentro con los responsables de la investigación,
el cartel que hay en la red con la foto de la joven, para que la gente aporte
pistas, tuvo en los dos primeros días siete veces más visitas que los otros en una
pila de años.
Si tanta gente está buscando a Diana Quer, que me parece
bien, ya que es una niña y lleva muchos días desaparecida, y tiene que aparecer,
pero también tienen derecho las personas desaparecidos, que pasa no tienen
derecho, o primero se busca a una persona primero ya que es más importante por
lo que hemos explicado arriba que otros, y si hay tiempo y tenemos ganas
buscaremos el resto de desaparecidos, pero claro ya han pasado mucho tiempo
para que molestarse, esto la verdad que no es justo, con todo lo que hay hoy en
día, por ejemplo trata de banca, esclavas, hacen negocios por los órganos de
las personas, no se merecen lo mismo, vamos digo yo, no hay que ser
inteligentes para ver esta injusticia.
A veces es actitud de personas allegadas las que con su
iniciativa personal ayudan a la resolución del problema, así el pasado año desapareció
una peregrina americana que hacia el camino de Santiago, la familia, tras
escribir infructuosamente el presidente en funciones, Mariano Rajoy, recurrió al
senador John McCain para intercediera, el ex candidato a la Casa Blanca
contacto con Moncloa ofreciendo la intervención del FBI, fue un revulsivo en la
durante cinco meses adormecida investigación, de inmediato el Ministerio del
Interior envió 30 agentes que se volcaran en la búsqueda, en poco más de dos
semanas aparecía el cadáver de Denise Thiem y era detenido su asesino.
Se vuelcan mas, se ponen más medios porque lo ordenan LOS DE
ARRIBA, está bien pero tiene que haber proporcionalidad en todos los casos, se
queja Joaquín Amills, presidente de la asociación SOS
Desaparecidos y padre de
un joven de 23 años que nunca regreso al hogar.
Al año se producen en España 14.ooo desapariciones el 40%
son menores de edad y la guardia civil abre diariamente 14 investigaciones
nuevas, entre 12 y 13 se solucionan en las primeras 24 o 48 horas,
generalmente, son voluntarias y a los pocos días vuelven a casa.
Pero unas 500 quedan sin resolver, de todos modos hay que
tener en cuenta que mucha gente no acude, cuando llega el familiar, a retirar
la demanda, ahora hay rededor de 3.500 casos de desapariciones sin resolver
desde 1977, en 2014 las denuncias marcaron un record, se iniciaron 22.593
expedientes, de los que más de 800 siguen abiertos.
El incremento de denuncias se debe a algo que no ocurría con
anterioridad, menores inmigrantes que se escapan de los centros de acogida y
cuya desaparición tiene que ser denunciada por ley, el problema surge cuando,
tras ser localizados por los cuerpos y fuerzas de seguridad, dan un nombre
falso, y en muchas ocasiones sin perder cerrarse.
Las 48 horas anteriores y posteriores a una desaparición son
claves para su desenlace, a partir de ahí el tiempo empieza a correr a la
contra, las pistas que los investigadores pueden encontrar en ese periodo de
tiempo marcan líneas de trabajo a seguir y suelen arrojar luz sobre si la
ausencia pudo ser voluntaria o forzada, en suma, de riesgo limitado o de alto
riesgo, y lo suben a la basa de datos que utilizan los cuerpos policiales a
nivel europeo, por ello es preciso que la familia denuncie cuanto antes y
facilite la máxima información posible.
A pesar del paso del tiempo y del archivo judicial de las
causas, los expedientes por desaparición no se cierra nunca, como mucho
permanecen de modo pasivo a la espera de nuevos indicios o de que un juez
decida reabrir el caso, en ocasiones las familias lo consiguen tras años de
reclamaciones, otras veces, en cambo sus nombres permanecen en el limbo del
olvidado, como el de Francisco Fontalba, el primer niño desaparecido en 1977,
año desde el que se realizan estadísticas de tipo oficial, se fue de casa con
15 años y sus familiares le siguen buscando, sin resultado, tratan de reabrir
el caso, pero al no existir pruebas concluyentes ni un juez ni la Benemérita
dan por cerrado el caso.
Una década después nuestro país fue escenario de dos de las
desapariciones extremas más desconcertantes y de mayor extrañeza ocurridas en
el último cuarto del siglo pasado, como tales consideran la oficina europea de policía
a las de Juan Pedro Martínez Gómez, ocurrida en Somosierra y a David Guerrero
Guevara, el conocido niño pintor de Málaga, las mas mediáticas de nuestras
reciente crónica negra sobre las que se continua sin noticias alguna.
Desde entonces se han producido numerosos sucesos similares,
pero lamentablemente con apenas resonancias en su momento, así hubo dos
desapariciones, casi parejas en el tiempo, pero con diferente tratamiento, las
de Yéremi Vargas y Madelaine McCann, la gran diferencia entre ambas es que, en
la del niño canario, el poder político apenas le prestó atención.
En cambio el ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba,
recibió a los padres de la chiquilla inglesa, el suceso había ocurrido en la
vecina zona del Algarve Portugal, pese que contaba con gran respaldo por parte
de las autoridades británicas, a partir del quinto aniversario de la desaparición
ocurrida en las islas en 2007 fue cuando se empezó a prestar atención al citado
Yéremi, demasiado tarde.
También en Las Palmas desapareció hace una década Sara
Morales, de 14 años, salió de su casa en dirección al centro comercial La
Ballena, donde estaba citada con un amigo para ir al cine, no llego a su
destino, nadie sabe que pudo haberle ocurrido, su padre mantenía la teoría de
que jamás se habría marchado de casa voluntariamente.
Ese año se produjo otra importante desaparición, la de Josué
Monge García, de 13 años, en dos hermanas, Sevilla, dijo que iba en bicicleta a
casa de un amigo y jamás volvió, a las dos semanas se esfumaba también su
padre, Antonio Monge Rodríguez, no se ha vuelto a saber nada de ninguno de los
dos, misterio doble.
Otra joven, Gloria Martínez Ruiz, de 17 años, desapareció en
plena noche de una clínica de Alfaz del Pi Alicante, en camión, sin coger las
gafas de aumento, en centro sanitario bordeado por un gran muro de seguridad,
lo único que sabemos es que dejamos una hija y ya no la hemos vuelto a ver,
esto es algo terrorífico, me decía su padre, Álvaro Martínez, ocurrió en 1992
aquello sigue envuelto en un halo de misterio.
Aquel mismo año se produjo otra doble desaparición, las
niñas Virginia Guerrero, de 15 años, Manuela Torres Bouggefa, de 14 años, no volvieron
a su casa de Aguilar de Campo Palencia, desde entonces no existe el menor
rastro de ellas, como si se las hubiera tragado la tierra, eran intimas amigas,
estaban siempre juntas y desaparecieron cuando hacían autostop para ir a
bailar, como ocurriría siete meses después con las chicas de Alcacer, tremendo
aquel 92 en cuando a sucesos de este tipo.
La joven Cristina Bergua Vera, de 16 años, residía con su
familia en Cornella de Llobregat, salió de casa para reunirse con su novio, según
comento a las amigas, estaba resuelta a poner fin a dicha relación sentimental,
después no aviso por teléfono de que fuera a retrasarse, como acostumbraba a
hacerlo cuando le surgía algún imprevisto, no regreso jamás desde aquel domingo
de 1997.
La familia recibió una pista indicando que el cuerpo estaba
en un vertedero, cuando se supo que la búsqueda tendría un costo de 50 millones
de pesetas, se paralizo, al padre de la chica le parece muy bien que se haya
intentado buscar el de Marta del Castillo varias veces y nadie lo haya puesto
en entredicho pese a la elevada cantidad de dinero que se ha invertido en tales
labores de búsqueda.
Muy importante ya a la par desconocido es el caso de los
hermanos Dolores, de 17 años, e Isidro Orrit Pires, de 6 años, desaparecieron
misteriosamente en 1988 de hospital Sant Joan de Deus, donde estaba ingresado
el pequeño, habían perdido a su padre
hacia una par de meses y la madre, con 14 hijos, se vio obligada a ampliar su
jornada laboral para poner sustentar a la familia, pidió a su hija que pasara
la noche junto a su hermano, que iba a ser operado al día siguiente, dado que
ella tenía trabajos pendientes que realizar, el personal del centro vio a los
dos menores en la habitaciones después de la cena y a las seis de la mañana comprobaron
que ya no estaban, allí permanecían las gafas de la chica que llevaba siempre
puestas para corregir su astigmatismo, se ve que estaban acostados cuando se
los llevaron de allí, hasta ahora, sin noticia alguna.
Cuando son niños la pregunta que se hacen todos es: ¿para
que los secuestran?, las respuestas pueden ser múltiples, pederastia, explotación
sexual, mendicidad, tráfico de órganos, venta a padres sin hijos, bebedores de
sangre humana, ceremonias satánicas, todas a cual mas terrible.
Puede que algunos vivan desconociendo su pasado,
posiblemente nunca retomaran a su hogar por voluntad propia, cualquier psiquiatría
sofrólogo sabe, que inyectándoles por voluntad propia, cualquier psiquiatría sofrólogo
sabe, que inyectándoles determinados fármacos durante diez minutos, se olvidan
hasta de su nombre, y en una semana, a base de sesiones de hipnosis, se le
cambia su historial e ignoran por completo quien fue su familia.
Otros corren peor suerte, en la memoria permanece el
gitanillo Jonathan Vega Barrull, de menos de tres años de edad, desaparecido un
verano como este del año 2000 en un centro comercial del municipio madrileño de
San Fernando de Henares, a las seis meses un camionero que descargaba escombros
en un vertedero encontró un cráneo diminuto, parte de la mandíbula, varias
costillas y huesos del antebrazo, era todo lo que quedaba del chavea de
encrespada pelo trigueño y mirada despierta, antes de matarlo lo habían golpeado
con fuerza.
Al profundo dolor que inunda a muchas familias se añade el
hecho de encontrarse desamparadas en la búsqueda de sus seres queridos,
consideran una falta de colaboración por parte de las autoridades, un agravio
comparativo en relación con otros casos donde no repara en medios esfuerzos
humanos y materiales.
Por ello, los familiares se vieron obligados a agruparse
para hacer fuerza en sus principales reivindicaciones, que se reconozca el
derecho a saber donde están sus niños y que hayan mas coordinación policial,
nombres como los de Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, Juan
Bergua, cofundador de inter-SOS,
Salvador Domínguez, presidente de Adesepa, José Miguel Ayllon, presidente de la
asociación nacional de víctimas de delitos violentos, y otros esforzadores
luchadores saltan ring de la actualidad buscando una victoria contra la disidía
oficial y el delito impune, denuncian negligencia, insensibilidad o
insuficiencia de medios en algo que debería ser prioritario: encontrar a sus
seres queridos.
Para los familiares no hay forma de cicatrizar una herida
sin horizonte, padres que, como tantos otros a los que les ha desaparecido
violentamente un ser querido, despiertan cada mañana, cuando consigue mal
dormir, con la tristeza y también ilusión de que finalmente aparezca, necesitan
volver a abrazarlos, si están con vida, o una tumba a la que poder acudir para
llorarles y depositar flores.
No les falta razón cuando piden mayor ayuda para encontrar a
los suyos, que no se piense en diferencias sociales ni económicas, todos los
ausentes son igual de victimas, policía y guardia civil deben volcarse en todos
los casos, sin distinciones, y sobre todo evitar roces profesionales entre
ambos cuerpos que perjudican las investigaciones, por encima de
competencias y el afán de colocarse
medallas debe prevalecer la necesidad urgente de dar con el paradero, cuanto antes,
de los desaparecidos.
Las heridas que no se ven son las más profundas, pero
aquellas que con el paso del tiempo no
terminan de cerrarse son más dolorosas, para los familiares de tantos
desaparecidos de tantos desaparecidos se trata de una muerte en vida, hay que
seguir luchando y haciendo más de lo que se hace la policía, los medios de comunicación,
y los políticos en llegar hacer algo mas rápido y por supuesto en que traten
todos los casos por el igual, porque se va dejando los casos de lado y se
pierde las pruebas, no es justo.
Fotos Sacadas de Internet.
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