Al tiburón blanco por varios nombres como el gran tiburón blanco,
Carcharodon cacharais, el nombre viene del griego y significa diente agudo, la pasión
que levanta, respeto y el miedo que genera entre la gente.
Esta especie de tiburón vive en aguas cálidas y templadas de
casi todos los océanos, también en el mediterráneo, esta especie data del la época
del Mioceno hace mas de 16 millones de años, más antiguos que los dinosaurios,
su nombre viene dado porque los especímenes con más edad cambia su color oscuro
de su dorso por el gris claro y a mayor edad mayor tamaño, de ahí lo de gran.
Su cuerpo tiene forma de torpedo, la boca muy grande que
siempre deja un poco abierta para que el agua circule por ella y salga por sus
branquias para poder respirar, durante el ataque, las fauces se abren hasta tal
punto que la forma de la cabeza se deforma pues la mandíbula se desprende de su
cabeza, cerrándose luego con una fuerza 300 veces superior a la de una mandíbula
humana 12 a 24 toneladas, sus dientes son grandes, aserrados, de forma
triangular y muy anchos con los cuales desgarran su comida, detrás de las dos
hileras de dientes , posen dos o tres más en continuo crecimiento que suplen la
frecuente caída de dientes con otros nuevos y se van reemplazando por nuevas
hileras a lo largo de su vida, sus ojos son pequeños y completamente negros y
en su lomo de forma muy desarrollada la aleta dorsal inconfundible para cualquiera,
su tamaño está comprendido entre los 4 y 5 metros aunque algún ejemplar a
rondado los 7 metros y 200 kilos.
Los tiburones blancos tienen un avanzado metabolismo que les
permite mantenerse más calientes que el agua que les rodea, pero no lo
suficiente como para poblarlos océanos y antártico, en España es frecuente en
el levante mediterráneo, islas Baleares, norte de Cataluña, y finalmente en Andalucía,
principalmente en la bahía de Almería y en el estrecho de Gibraltar, desde el
año 2011 el tiburón blanco es una especie protegida, en base al Real Decreto
139/2011, lo que hace que esta especie este retornando a las costas españolas,
con avistamientos en las costas del suroeste peninsular en el litoral del cabo
de Gata en Almería, y en las Islas Columbretes.
Pero no nos alarmemos, en los últimos 200 años, solo se han
contabilizado 7 ataques en España ninguno de ellos fue mortal.
Normalmente se mantiene a una cierta distancia de la línea costera,
acercándose solo en aquellas zonas con especial concentración de atunes, pingüinos
u otros animales de hábitos costeros, igualmente, suele permanecer cerca de la
superficie, aunque ocasionalmente desciende hasta cerca del kilómetro de
profundidad.
Para alimentarse de los mamíferos marinos usan la emboscada,
se sitúan a varios metros bajo la presa, que nada en la superficie o cerca de
ella, usando el color oscuro de su dorso como camuflaje con el fondo y volviéndose
así invisible a sus víctimas, cuando llega el momento de atacar, avanzan rápidamente
hacia arriba con potentes movimientos de la cola y abren las mandíbulas, el
impacto suele llegar en el vientre, donde el tiburón aferra fuertemente a la víctima,
así esta es pequeña, como un león marino, la mata en el acto y posteriormente
la engulle entera, si es más grande, arranca un gran trozo de la misma que
ingiere entero, ya que sus dientes no le permiten masticar, la presa puede
quedar entonces muerta o moribunda, y el tiburón volverá a alimentarse de ella
arrancando un pedazo detrás de otro,
excitados por la presencia de la sangre, la zona se llenara pronto de
tiburones, en algunas zonas del pacifico, los tiburones blancos arremeten con
tanta fuerza a las focas y leones marinos que se elevan un par de metros sobre
el nivel del agua con su presa entre las mandíbulas, antes de volver a zambullirse,
en el mediterráneo suelen alimentarse de atún rojo, también son carroñeros
especialmente la que procede de cadáveres de ballena a la deriva de los que
arrancan grandes pedazos.
Los ataques a humanos son bastantes raros, para España la
cifra de 7 ataques registrados en los últimos 200 años, siendo California,
Australia, y Sudáfrica mas común, la escasez de ataques se considera a que los
blancos en particular no consideran a los humanos como autenticas presas
potenciales, aunque a veces esto ocurre.
Su baja densidad poblacional, unida a escasa tasa de reproducción,
su larga infancia y su baja esperanza de vida hacen que el tiburón blanco no
sea un animal precisamente abundante hasta el punto de que se la considera
amenaza o en peligro de extinción en varios lugares.
Los medios de comunicación han creado una serie de mitos y
falsedades acerca de este animal, pero diversas organizaciones civiles han roto
la tendencia con programas que explican detalladamente la vida de estos feroces
y nobles animales, los infrecuentes ataques sobre surfistas se deben,
principalmente, a que los tiburones confunden la forma de las personas
habitualmente ataviadas con neoprenos negros sobre las tablas con presas
naturales como focas y otros animales marinos o por poca visibilidad en el
agua.
Aun queda mucho por descubrir de este majestuoso animal,
debemos cuidar de el para seguir aprendiendo, tal y como hace Ocean Ramsey difundiendo
su comportamiento real y su decisivo papel en el ecosistema marino, Ocean es
capaz de mantener la respiración bajo el agua cerca de seis minutos,
completamente relajada y sin protección alguna, buceando agarrada de la aleta
dorsal de estos peces de más de cinco metros y feroces mandíbulas.
Llevan 450 millones de años en la tierra, son extremadamente
inteligentes, saben distinguir siluetas y olores, pero a veces cometen errores
porque damos pie a ello, hay un instinto humano natural que te hace sentir
respeto por sus capacidades, pero la calma la he conseguido tras años y años buceando
con ellos desde los 16 años, además, siempre procurando que los encuentros sean
en condiciones optimas de visibilidad.
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