Al
acabar Mónica se volvió a subir en la cama se puso enfrente de
Roberto y le paso el pezón por la cara y seguidamente le beso en la
boca, Roberto se sumió en su beso con ella, pero intento abrazarla
pero no podía por que estaba aun atado en la cama; Mónica dejo de
besarlo se acerco a su oreja, y le dijo como iba hacer el amor con
el, Roberto sentía que estaba apunto de explotar de tanto placer que
le había dado Mónica y si podría llegar a su altura.
Mónica
seguía susurrándole en el oído a Roberto, cada paso que iba a dar;
besarle en la boca dulcemente, mientras ella misma se penetraría con
el miembro veril, se quedaría quieta para sentirlo dentro de ella,
lentamente iría moviéndose hacia arriba y abajo, sintiendo todo el
éxtasis de placer, hasta que llegaran a la cumbre de su ardiente
éxtasis; Mónica dejo de susurrarle, suavemente le mordió el ovulo
de la oreja, y dejo seguidamente Mónica empecemos, seguidamente se
penetro su vagina con el miembro veril de Roberto.
Cuando
termino Mónica, de hacer todo lo que le había susurrado desato a
Roberto de como lo tenia atado y le quito la seda de los ojos, aun
sin aliento le dijo a Mónica que nunca había experimentado nada
igual en su vida, que no le importaría repetir la experiencia cuando
ella quisiera. Ya eran mas de las tres de la mañana, decidieron
dormir lo que pudieran, el la cogió de la cintura a Mónica, y se
sumió en un dulce sueño, se dejo caer en el.
A
las ocho de la mañana sonó el despertador, al despertar Roberto, vio
que estado todo empalmado y que seguía abrazado a la cintura de
Mónica; empezó a recordar todo lo que le había hecho anoche
Mónica, quería disfrutar de ella otra vez, pero esta vez el seria
el que le haría disfrutar en cada momento, sabia perfectamente que
ella estaba de lado, pegada a él, se alejo de ella intentando que no
se despertara, se levanto poniéndose delante de ella, disfrutando de
la vista que tenia delante de el, eso pechos perfectos para el, su
negra melena cubriéndole su cuello; se dio cuenta Roberto que cada
vez que la miraba mas excitado estaba por poseer a esa mujer a su
antojo.
No
sabia que Mónica tiene un sueño muy profundo y no se entera de
nada, Roberto decidió ponerla mirando hacia el techo, cogió las
medias de ella, le vendo los ojos con ellas, cogió el fular de
seda le ato las dos manos juntas, termino atarlas en la cabecera de
la cama, los tobillos se los ato con papel flim a la cama y con las
piernas bien abiertas para él, al terminar no podía parar de
mirarla, una y otra vez, le era imposible retirar la mirada de la
belleza que tenia enfrente de él.
Llevaba
unos minutos mirando cuando Mónica se despertó, comprobó que no podía
moverse ni ver lo que estaba pasando, se echo a reír de la
excitación al verse indefensa a la merced de un hombre que no sabia
que le podría hacer y que ya habían practicado sexo la noche anterior, que podría pasarle a ella estando a la merced de él.
Roberto
miro alrededor de la habitación mirando a ver si podría encontrar
algo para utiliza y dar placer a Mónica, solo encontró una pluma
blanca, se dirigió a la cocina, si la encontraba ya que no había
entrado el en la cocina en ningún momento, se dirigió a la derecha
pasillo hacia delante, encontró el lavabo, entro en el miro por
encima y no encontró nada que le pudiera ser útil, salio del baño
siguió hacia adelante, la tercera habitación era la cocina, abrió
la nevera encontró un bote de nata, fresas, una tableta de
chocolate, cogió esas tres cosas, se dirigía a la habitación donde
estaba Mónica, pero fue al contrario de donde había venido, de
frente vio el mueble de la entrada y encontró incienso, sin pensarlo
lo cogió, se dirigió hacia la habitación, donde había dejado a
Mónica atada.
Al
llegar a la habitación donde esta Mónica atada en la cama, noto que
Mónica estaba nerviosa y excitada al saber que Roberto se había ido
de la habitación dejándola indefensa en la cama, al notar ella que
Roberto ya estaba en la habitación le entro un gran alivio al saber
que no la iba ha dejarla ahí a saber hasta cuando.
Roberto
dejo todo lo que llevaba a la punta de la cama, cogió el incienso
puso tres en cada parte de la habitación, cogió el chocolate lo
abrió e hizo cuatro trocitos, cogió la nata la abrió, le puso nata
en los pezones y cerca de la pelvis, seguidamente cogió las fresas,
con un cuchillo troceo las fresas, fue colocandolas encima de la
nata, seguidamente Roberto, empezó a lamerle suavemente la nata que
había puesto en los pezones, asi seguidamente hasta llegar el la
pelvis donde había puesto la nata.
Fotos Sacadas de Internet.
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