Hoy al medio día
hemos ido a comer a la plaza Serrallo de Granada, asi aprovechábamos
y disfrutamos de ver la exposición de las motos antiguas.
Al llegar vemos que
estaba todos los restaurantes llenos, decidimos ir al Burger King a
comer, por que estaba todo lleno, al estar en la cola, vemos que en
el restaurante Maraña, había dos mesas libres, y decimos ir a ver
que tal, nos sentamos, viene un camarero, y de momento nos pedimos
para tomar algo una coca cola zero y una caña, y nos indica que
escojamos unas tapas que indica en una carta, pero ya ni siquiera
viene nadie a ver que queremos.
Para que nos traigan
la bebida, paso mas de media hora, nos traen la bebida para decirnos
que si nos podemos cambiar de mesa, que hay una familia de cinco
personas, indicamos que si, sin problemas, le indicamos a la camarera
que si le podemos pedir las tapas, que nos han indicado el camarero
que pidamos unas tapas, nos indica que si, y que queremos, le pedimos
patatas alioli y ensaladilla rusa, y nos indica que enseguida no lo
traen.
A la media hora hora
nos traen las tapas, una camarera que pasa totalmente de nosotros, le
estábamos hablando que queremos comer, igualmente nos sigue
ignorando y se va, nos quedamos mirando, de lo irreal que era todo.
La sorpresa de la
ensaladilla rusa, era patatas cocidas con una especie de salsa rosa
con un trozo de pimiento, yo que creía que todo el mundo sabe lo que
es una ensaladilla rusa, con sus verduras, su atún, sus olivas,
etc.., pues aquí en este restaurante no saben lo que es, menos mas
que las patatas con alioli, era normal.
Al final llamamos a
un camarero, que nos toma nota de lo que vamos a comer, de primero
unas alitas de pollo con patatas, de segundo habíamos pedido una
tostada de pollo, con cebolla y queso, y un secreto, al cuarto de
hora, sale un camarero a gritos, indicando que para la mesa 21 había
pedido un secreto y no había, resulta que la camarera estaba al lado
nuestro, y no lo repite lo mismo, esto no va bien.
Bueno se piensa lo
que quiere de segundo, al final decide que va a pedir presa ibérica,
con patatas paja, y salsa chimichurri, media hora y que nadie viene a
ver que va a pedir, llamamos a la camarera, y nos indica que esta
sola, perdona, hemos visto que por lo menos había siete camareros
fuera, y tres en la barra, y estas sola, le toma nota y se va.
Nos damos cuenta,
que nos cambiemos de mesa, y nadie la limpio la mesa, recogieron los
manteles, y ya esta, nadie nos había puesto los manteles, sabiendo
que íbamos a comer, era increíble la mala organización que había,
ya nos decíamos haber como iba a seguir esta mala organización.
Ya hacia una hora
que estábamos en el restaurante, y no teníamos ni la mesa montada;
nos montan la mesa cuando los platos van a salir, nos ponen el mantel
pero sin cubiertos, nos traen las alitas de pollo, con la tostada de
pollo, nos quedamos a cuadros, pedimos los cubiertos, nos ponen
cuchillos de postre, y nos indican que han tenido el evento de las
motos a comer y no tienen nada, ahi que proveer para estas cosas; al
probar las patatas estaban frías, y crudas, que triste una hora
esperando para que estén frías y crudas las patatas, cuando
empezamos a comer las alitas, desde tres mesas mas atrás nos indica
la camarera que eso no era nuestra, perdona, como que no, si es lo
mismo que hemos pedido, menos mal que tienen para mirar donde van los
platos que salen, que sino.
Al cabo de media
hora sacan la presa con patatas panadera, indicando que era secreto,
nos quedamos mirándonos, alucinando, le llamamos otra vez a la
camarera y se lo decimos que era presa y con patatas paja, y de mala
ostias, se lleva el plato, al cuarto de hora nos trae el plato y sin
la salsa, se lo indicamos y de mala leche ya nos dice que nos
esperemos, la verdad que para estar cara al publico tiene malos
modales.
La presa bueno en
teoría que es tierna, y estaba mas dura que una piedra casi, y las
patatas paja, frías y crudas para no variar, la salsa sin palabras,
la verdad es que te ganas de pedir el libro de reclamaciones, y que
darte a gusto, por que vaya tela.
Pedimos la cuenta y
le indicamos que vamos a pagar en tarjeta, la camarera en su linea de
borde nos indica que no va la maquina, miramos la cuenta y nos cobran
el pan cuando ni lo hemos pedido ni hemos comido, que no lo
descuente, empezamos a mirar los precios, y la verdad que muy caros
para como te sirven, como esta la comida, es un robo a toda regla.
Una cerveza: dos
euros con sesenta céntimos, la coca cola zero: dos euros con
treinta, las alitas de pollo, con las patatas crudas: seis euros con
ochenta céntimos, tostada de pollo: siete euros con cincuenta
céntimos, la presa: doce euros con cincuenta céntimos, total
treinta y un eros con setenta céntimos, pero como si tenían la
maquina, que según la camarera no iba, resulta que si tienen pero no
va bien porque hay tormenta y falla pero que íbamos a probar, al
final hemos tenido que ir a un cajero, y nos a cobrado el encargado,
y nos descontó el euro con setenta céntimos, la verdad que no es
para volver a este restaurante nunca mas.
Fotos Sacadas de Internet.
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