Córdoba es una
cuidad con extraordinarias leyendas ocultas, muchas de ellas han
llegado a ser muy famosas entre ellas, la facultad de filosofías y
letras.
Un edificio antiguo
que todavía guarda algunas reliquias de la época en la que se fundó
y de la antigua actividad que se desarrollaba en el; en la antigua
capilla que ahora es el aula V se hacían operaciones medicas y las
contraventanas de la parte superior están marcadas con los nombres
de los enfermos, algo que llama la atención y que algunos alumnos se
plantean el porque, cuestión a la que los profesores contestan con
una leyenda de que todavía se encuentran en esta facultad los
espíritus de los pacientes que residían en lo que antes era un
hospital.
Este centro situado
en el antiguo hospital de Cardenal Salazar, conocido como hospital de
aguados, situado en el corazón del barrio de la Judería y muy
cercano a la catedral, es uno de los ejemplos mas interesantes de la
arquitectura civil del siglo XVIII en la ciudad, dentro de recinto de
la facultad también se encuentra la capilla de San Bartolome, de
estilo gótico mudéjar, encierra numerosas historias en este
sentido.
Aunque desempeño
durante siglos las funciones de hospital, la idea original de su
fundador no fue esa, sino la de levantar en ese espacio un colegio
para los acólitos y niños de coro de la catedral, con este motivo
el promotor de la obra, el catedral fray Pedro de Salazar y Toledo,
perteneciente a la Merced, compro en 1701 la casa solariega de don
Antonio Carlos del corral, situada frente al convento de San Pedro de
Alcántara, el proyecto para esta obra se encargo al arquitecto
Francisco Hurtado Izquierdo, quien por entonces desempeñaba el cargo
de maestro mayor de la catedral.
Los trabajos se
iniciaron con gran celeridad, sin embargo, en 1704 Córdoba se vio
asolada por una terrible epidemia de peste y ello puso de manifiesto
la escasez de centros asistenciales que tenia la ciudad, lo que
impulso a los dos Cabildos municipal y eclesiástico solicitar del
prelado que desistiera de su primitiva idea y convertirse su primer
proyecto en un hospital que sirviera para remediar la precaria
situación sanitaria de la ciudad, idea que el Cardenal, por entonces
Obispo de Córdoba, acepto de buen grado, dotando a la nueva
fundación de rentas cuantiás.
Durante tres siglos
albergo a enfermos terminales, a personas que parecían mucho
sufrimiento, también a sus amigos y familiares que iban a cuidarlos,
desde un punto de vista parapsicológico parece que sus paredes se
han quedado impregnadas de ese dolor.
Algunas aulas fue
utilizadas en el pasado como deposito para cadáveres, el suelo esta
elabado por que ahí estaban los conductores por los que se evacuaba
la sangre, es como se producía anteriormente en la morge, las
contraventanas tienen marcas dejadas por los pacientes, incisiones
con cuchillos con el nombre de los enfermos de principios de 1800.
El proyecto original
sufre diversas modificaciones con el solo objetivo de adecuar el
edificio a sus nuevas funciones hospitalarias, inagurandose
finalmente el 11 de noviembre de 1724.
Durante mas de cien
años, el hospital del Cardenal Salazar acoge en sus salas, enfermos
pobres, presos, dementes e incluso durante la guerra de la
independencia se usa como hospital militar pero es en 1837 cuando se
le da una nueva utilidad, convirtiendo el viejo hospital del cardenal
en sanatorio de enfermos crónicos, pasándose a llamar hospital de
Aguados hasta que en 1969 cierra definitivamente sus puertas.
Sin embargo, en 1971
pasa a ser colegio universitario, dependiendo directamente de la
universidad de Sevilla, integrándose dos años después en la recién
creada universidad de Córdoba, hoy esta esplendida construcción
funciona como facultad de filosofía y letras pero tras de si
arrastra un historial de casi de doscientos cincuenta años de
enfermedad y sufrimiento donde aun hoy en dia siguen produciéndose
sucesos extraños, espectros y apariciones como atestiguan tanto los
alumnos como los vigilantes de seguridad.
Fotos Sacadas de Internet.
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